A la espera

El resto tendrá que esperar algo más. Una tardanza que también responde al propio ritmo de las peticiones. De hecho, en las dos primeras semanas de la convocatoria de las ayudas sólo hubo seis solicitudes. El resto se presentó en los últimos 15 días. Las que reciban el sí contarán con una prestación que oscila entre los 200 y los 600 euros al mes durante un plazo máximo de un año. Por cada hijo recibirán otros 50 euros.

Con este dinero, la Xunta quiere «garantizar unas condiciones suficientes de seguridad económica respecto al agresor» para que las víctimas de violencia de género puedan salir de la vivienda compartida.

Pablo Abelenda. Informático. «Está muy bien que se ayude a la gente, sobre todo si están en una casa de acogida. Pero habría que ver, con la práctica, si es suficiente o habría que buscar más vías de protección.»

Ángela Rodríguez. Historiadora del Arte. «Puede ayudar, siempre y cuando se les ofrezca la posibilidad de encontrar trabajo o algún medio para mantenerse por su propia cuenta. El nombre me parece algo despectivo, un poco denigrante para ellas.»

Silvia Isabel González. Ayudante de cocina. «Es muy razonable, pero hay que empezar por que no existan los malos tratos. Creo que, además del dinero, deberían buscar otras salidas, como ayudarlas a encontrar un empleo con unas condiciones dignas.»

José López Seoane. Joyero. «La ayuda económica está bien, pero hay que dar apoyos que ahora no tienen a nivel social. Y también medidas policiales más reales de las que ahora existen. Por otro lado, el nombre me parece tercermundista.»