"¿Cuál es la diferencia? ¿Por qué este caso es un asesinato y otros, un aborto? ¿Se trata solo de unos segundos de diferencia?", se preguntó Gádor Joya.

La portavoz de DAV ha subrayado que la violencia de este caso "es la misma que se practica a diario contra la vida humana y contra las mujeres en los centros abortistas".

"Los bebés son expulsados inyectándoles suero salino que los asfixia o descuartizándoles dentro del útero. Se les extermina porque sí, simplemente porque es un niño cuando lo que se buscaba era una niña, o porque no es 'perfecto' y tiene síndrome de Down. Esa es la realidad cotidiana de la violencia abortista en España. Más de 120.000 vidas humanas indefensas son tratadas así, con una crueldad innombrable, y acaban igual, desechos en el contenedor de basura", asevera.

Gádor Joya incidió en que "el sistema legal trata el caso de la mujer de Santander como un delito de asesinato, mientras el resto de fetos arrojados a la basura cada día por el negocio abortista son considerados abortos legales."

"El escándalo desaparece por unos segundos de diferencia, pero la vida humana es la misma: late, respira y se mueve igual", comentó.

"Estamos ante un posible delito de asesinato, no un aborto. Nuestra pregunta al Legislador y a la Opinión Pública es: ¿Cuál es la diferencia, por qué escandaliza este caso y no la violencia contra 120.000 vidas humanas y contra la salud de las mujeres, con la que se lucran los centros abortistas a diario en nuestro país?", criticó.