Los forenses que practicaron las autopsias a las dos víctimas del crimen de Betanzos (A Coruña), por el que están imputados Manuel Antonio P.R. y su ex pareja Adriana A.C., no han podido determinar si los asesinatos fueron cometidos por una o dos personas, en la tercera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial coruñesa. La vista se reanudará el 14 de junio con nuevos testigos y las escuchas de las conversaciones que ambos imputados mantuvieron en la cárcel.

Las declaraciones de los forenses y de los médicos que realizaron las pruebas toxicológicas han centrado esta nueva sesión del juicio, en el que la hermana de José Manuel Gómez, una de las víctimas, lanzó, con gestos, reproches al acusado cuando este la miraba. Con más policía, se evitó también que los dos procesados mantuviesen breves conservaciones entre ellos como ocurrió este miércoles.

Los peritos han admitido, en base a las autopsias de los dos fallecidos, José Manuel Gómez y Claudia Castelo, asesinados y descuartizados en septiembre de 2008 en Betanzos, presuntamente para robarles para droga, y cuyos cadáveres fueron depositados en la carretera de Covas, en Ferrol, que no disponían de "datos" para concluir que dos personas participaron en el crimen.

"Pudo ser una persona quien lo hiciera", ha señalado uno de ellos en referencia a las heridas que presentaban ambas víctimas, aunque también ha considerado que estas eran "compatibles" con que hubiera dos agresores.

Golpes "por sorpresa"

Todos los forenses han coincidido en que la mujer, que presentaba varios golpes en la cabeza y "57 heridas incisas", intentó defenderse, mientras que en el caso de su pareja calificaron de "brutal" el traumatismo cranoencefálico que presentaba. Además, han precisado que los golpes que recibió le cogieron "por sorpresa".

Así, uno de los peritos ha remarcado que "los fragmentos óseos incrustados a nivel cerebral da idea de la energía utilizada" y coincidió, con el relato del acusado, en que el ataque fue por detrás. No obstante, tampoco pudo concluir si las cuchilladas que presentaba fueron realizadas por una o dos personas.

Al respecto, ha reconocido que puede ser "posible", pero que carecen de "certeza" a este respecto y ha argumentando que la secuencia de la agresión "es imposible de determinar".

Fibras de ropa

Tampoco se ha podido determinar si las fibras de una prenda de color rosa que tenía la fallecida en las uñas pudieran ser de la acusada. Los peritos han explicado que el ataque se produjo "en pocos minutos" y que las víctimas, tras las heridas en corazón y cuello, fallecieron en poco tiempo.

Ambos acusados se enfrentan a penas de 55 y 47 años de prisión por sendos delitos de asesinato y otro de robo con fuerza, así como cinco meses de cárcel por profanación de cadáveres. La defensa de Adriana pide su absolución ya que alega que no participó en los hechos y la de Manuel Antonio P.R. que los hechos se consideren delito de homicidio.