Los trabajadores y familiares de usuarios del Centro Ocupacional Magerit que permanecen encerrados en el mismo desde el pasado mes de marzo en protesta por su cierre han decidido resistir pese al anuncio de la Comunidad de que serán desalojados este jueves y además han convocado otra manifestación.

El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid publicó este martes una disposición del Servicio Regional de Bienestar Social en el que se acuerda "requerir a los ocupantes del centro ocupacional 'Magerit' para que desalojen el mismo antes del término del día siguiente al de la publicación del presente acuerdo", es decir, la medianoche de este miércoles, para recuperar la posesión del mismo.

En respuesta a este aviso, los encerrados han acordado en asamblea, según han informado este miércoles, mantener el encierro y convocar el próximo jueves 16 a las 18.30 horas una manifestación entre la Glorieta de Marqués de Vadillo y la plaza del metro de Oporto, donde se encuentra el Magerit.

Esta manifestación, informan en un comunicado, se convoca conjuntamente con la Coordinadora de Asociaciones de Carabanchel, la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) y con el apoyo de la Comisión de Servicios Públicos del Movimiento 15-M.

Al finalizar se realizará "un acto de defensa de los servicios públicos dignos, de calidad, de los derechos de las personas, por un estado de bienestar en la Comunidad de Madrid en general, y en el barrio de Carabanchel en particular", que no quieren "que sea el de un país africano, con todos los respetos a estos, como a dicho el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy".

El conflicto surgió el pasado 7 de marzo cuando el Servicio Regional de Bienestar Social dictó una resolución por la que cesaba temporalmente, con carácter indefinido, la actividad del Magerit y de los centros Fray Bernardino y Arganda del Rey, con efecto a partir de la medianoche del día 10 de marzo.

El motivo era que los tres edificios, antiguos, presentaban deficiencias que suponían un peligro para los trabajadores y usuarios, según la Comunidad. Los dos últimos centros fueron desalojados pero el Magerit no pudo serlo porque varias personas se encerraron en el mismo, según el Gobierno regional, "ilegítimamente".

Los trabajadores y familiares contrarios al cierre, que protagonizaron varias concentraciones para exigir que les aseguraran que volverían a los tres centros cuando concluyesen las obras, presentaron alegaciones al cierre, pero en opinión de la Consejería "ni aportan pruebas ni ningún derecho" que legitime su petición.

Los vecinos y usuarios, por su parte, consideran que la Comunidad manipuló unos informes técnicos externos sobre los edificios y realizó unos propios para justificar los cierres, que en su opinión tienen como objetivos la eliminación de más 300 plazas públicas en centros de personas con discapacidad intelectual y de mayores y la reducción de plantilla de trabajadores interinos.

Además, relacionan todo lo ocurrido con un protocolo suscrito por la Comunidad con la Universidad de Nueva York para la creación de un campus universitario para 800 estudiantes en la finca de Vista Alegre del barrio de Carabanchel, en la que está uno de los centros cerrado, el Fray Bernardino.