El encargado del bar 'No Rules' de Valladolid, Ricardo O.O, juzgado hoy en la Audiencia Provincial, junto a su camarera, Irene F.G, por delito de tráfico de drogas, ha proclamado su inocencia y la de su empleada y ha alegado que las sustancias varias que la policía halló en el establecimiento, fundamentalmente LSD y anfetaminas, las había comprado a escote con un grupo de amigos con los que realizaba un consumo compartido una vez que el local quedaba cerrado al público.

Tanto el hostelero como la joven camarera han confesado su adicción, de ahí que el Ministerio Fiscal les aplicara la atenuante específica y solicitara para cada uno de ellos entre seis y nueve años de cárcel y multas de 24.000 euros, si bien la versión del primero de ellos ha sido especialmente llamativa, ya que, además de la singular 'sociedad gastronómica' que tenía montada en el bar, ha incluso asegurado, en declaraciones recogidas por Europa Press, que tenía en proyecto crear una empresa para fabricar Efedrina y comercializar legalmente el producto.

"Se obtiene de la Ephedra Vulgaris, que es un arbusto muy común en Castilla y León y que produce un efecto similar a la de la adrenalina", ha explicado Ricardo O.O, quien, haciendo gala de profundos conocimientos en la materia adquiridos, según él, a través de Internet, ha añadido que su propósito era montar un negocio "similar a del dueño de Red Bull", en alusión a la bebida energizante.

El encargado del 'No Rules', establecimiento sito en el barrio de Las Batallas, ha reiterado que jamás ha vendido droga a terceras personas y ha incidido en que cada dos o tres meses él y un grupo de amigos, integrado unas veces por cinco o seis y otras por una decena, juntaban dinero para abastecerse de sustancias en Bilbao y para luego consumirlas en el bar, una vez que éste quedaba cerrado al público.

Ricardo O.O. ha justificado que compraban en grupo porque así la droga sale más barata y es más pura y ha precisado que la mercancía la guardaba en el almacén, fuera del alcance del público en general. De esta forma, quienes formaban parte de esta especie de 'sociedad politoxicómana' se llevaban parte de la mercancía y el resto quedaba en el local para consumir allí, para lo cual cada uno disponía de su correspondiente espejito.

Experimentos con los sellos de lsd

Entre las sustancias ocupadas figuran 1.103 sellos de LSD que la policía halló en el bar y otro medio centenar en el domicilio del hostelero, con un valor tasado de más de 12.000 euros. Sin embargo, Ricardo O.O. ha alegado que tales sellos formaban parte de una partida global de 2.000 que él y sus amigos adquirieron dos años antes por poco más de 100 euros, "a precio de coste", debido a su baja calidad, hasta el punto de que para reforzar sus efectos había ideado un sistema que aplicó a los incautados en su casa y que consistía en añadirles anfetamina con un cuentagotas.

Los profundos conocimientos en materia de drogas de los que ha hecho gala el dueño del 'No Rules', a quien se intervino también un manual para su fabricación, los ha justificado éste en el deseo de que no le den gato por liebre. "Creo que el consumidor de drogas debe saber lo que toma. Me informo en Internet y el objetivo es no comprar en el mercado si es algo que yo mismo puedo fabricar", ha declarado Ricardo O.O, quien, al igual que su camarera, permanece preso desde el día de su detención.

Por su parte, Irene F.G, ha negado también dedicarse a la venta de droga en el bar y ha explicado que complementaba los 500 euros que percibía del paro con los 7 ó 10 euros que el hostelero le pagaba por cada hora que trabajaba los sábados en el local.

La joven, consumidora de anfetaminas y heroína, ha asegurado desconocer la existencia de la droga que había en el almacén del bar y ha corroborado la versión de su jefe respecto de que en ocasiones, una vez cerrado el negocio al público, el hostelero y amigos de éste solían permanecer en el interior.