El Seprona de la Guardia Civil de Huesca, en la denominada operación 'Limarco' MARCO', ha intervenido más de 11.000 kilos de caracoles, ha formulado 38 denuncias y ha precintado varias instalaciones.

Dicha operación, que se ha iniciado en mayo, finalizará en el mes de octubre, y tiene como objetivo la detección y desarticulación de grupos organizados, dedicados a la recolección masiva, transporte y comercialización ilícita de caracoles sin ningún tipo de control fiscal, administrativo o sanitario.

En la primera fase de la operación, se ha podido obtener información y pruebas de la existencia de grupos perfectamente organizados que eran distribuidos por distintas zonas del sur de la provincia de Huesca, para la recolección masiva de caracoles de diversas especies, vulnerando la normativa de montes y biodiversidad, según han informado fuentes de la Benemérita.

Otras personas ejercían de intermediarios, comprando los caracoles a un precio que oscilaba entre los 1,5 y los 2 euros el kilo, depositándolos, temporalmente, en almacenes ilegales. Posteriormente vendían los caracoles a empresas que contaban con registro sanitario y, por lo tanto, autorizadas para la venta, si bien sólo pueden comercializar caracoles procedentes de criaderos. Estas empresas introducían en el mercado estos caracoles silvestres como procedentes de criaderos.

Con la operación 'Limarco', hasta el momento se ha procedido a formular 38 denuncias en materia medioambiental, sanitaria, de calidad alimentaria, transportes y fiscales.

Los caracoles intervenidos han sido considerados no aptos para el consumo por las autoridades sanitarias y enviados a centros de destrucción autorizados, mientras que los intervenidos en fase de recolección fueron devueltos a su medio natural.