El radar "de tramo" de la N-1 en Ordizia logra disminuir un 33% la siniestralidad y detecta más de 2.000 infracciones

El periodo de prueba previo a su puesta en marcha concluye a medianoche del martes

El radar "de tramo" instalado por la Dirección de Tráfico del Gobierno vasco al paso de la N-1 por Gipuzkoa, en la localidad de Ordizia, ha permitido disminuir en un 33 por ciento los accidentes y, durante los dos meses del período de prueba se han detectado un total de 2.178 infracciones, aunque los conductores no serán sancionados al encontrarse el sistema aún en periodo de prueba, según ha informado el Departamento vasco de Interior.

El anuncio, realizado el pasado 23 de marzo por la Dirección de Tráfico del Gobierno vasco, informando de la puesta en marcha - en fase de prueba - de un radar "de tramo" entre los puntos kilométricos 421 y 440 de la N-1 (entre Ordizia e Irura, en sentido Francia), fue el punto de partida de una "mejora notable en las condiciones de seguridad y fluidez en el tramo", ha indicado Interior, para añadir que, concluida la fase de prueba de dos meses, el balance es "plenamente satisfactorio".

Entre el 28 de marzo y el 31 de mayo, los accidentes han disminuido un 33 por ciento, el porcentaje de vehículos que circulaba por encima de la velocidad máxima autorizada (100 km/hora para turismos y 80 km/hora para camiones) ha descendido un 8 por ciento en el caso de los vehículos ligeros y un 11 por ciento en el de los pesados. Como consecuencia de todo ello, la fluidez ha mejorado y el número de retenciones apreciadas por la Ertzaintza ha disminuido.

Tráfico considera que estos valores, "ya de por sí positivos, mejorarán aún más cuando el radar empiece a funcionar de manera real", a partir de la medianoche del próximo martes. La difusión pública de su puesta en marcha, así como la amplia señalización informativa existente en la propia carretera, tanto antes del tramo como a lo largo del mismo, tienen por objeto conseguir que todos los conductores sepan de su existencia y circulen dentro de los límites legales, reduciendo al máximo las infracciones que ponen en riesgo la seguridad de todos.

Tráfico "más calmado"

La mejora conseguida durante la fase de prueba apunta hacia el objetivo, señalado en marzo por la directora de Tráfico, Amparo López Antelo, de que la principal función del nuevo radar es "calmar el tráfico" en la N-1, en un tramo especialmente conflictivo por su elevada siniestralidad, sobre todo de vehículos pesados, que llegan a suponer hasta un 20 por ciento del total de accidentes, cuando la media de siniestros con camiones involucrados en el resto de la red viaria vasca no suele superar el 7 por ciento.

López Antelo también señaló en la rueda de prensa previa al comienzo del periodo de pruebas, que la iniciativa de la N-1 era la primera de una serie similar a implantar en el resto de los tramos conflictivos de las carreteras de la Comunidad Autónoma Vasca, algo en lo que la Dirección de Tráfico trabaja en estos momentos.

Más de dos mil multas condonadas

Los dos meses del período de prueba de la N-1 se han saldado con la detección por el radar de un total de 2.178 infracciones, de toda clase de vehículos, que habrían circulado a una velocidad media superior a la permitida. Conductores que en esta ocasión no serán sancionados al encontrarse el sistema aún en periodo de prueba.

Sin embargo, esta fase finaliza durante las próximas horas, comenzando el funcionamiento "oficial" del radar la medianoche del próximo martes, momento a partir del cual los expedientes por las infracciones que se detecten seguirán ya su curso legal.

Un sistema novedoso

El sistema de radar "de tramo" instalado en la N-1 tiene carácter pionero. Es uno de los primeros que se han establecido en España y el único que hasta la fecha se ha colocado a cielo abierto, fuera de un túnel. Según los expertos, este sistema de radar está llamado a desplazar de manera progresiva a gran parte de los radares fijos tradicionales existentes. La ventaja con relación a estos es que permite medir la velocidad media de un tramo en lugar de hacerlo en un punto concreto del mismo, evitando así comportamientos peligrosos para la circulación como los frenazos o las maniobras inesperadas.

El funcionamiento del sistema es sencillo. Un dispositivo instalado en un pórtico sobre la vía al comienzo del tramo capta a los vehículos que circulan bajo el mismo. Un sistema similar vuelve a captarlos al final del tramo y calcula la velocidad media según el tiempo transcurrido. Si ésta supera el límite legal el sistema fotografía al vehículo infractor y transmite automáticamente la información para la apertura del correspondiente expediente sancionador.

Tal y como anunció López Antelo, Tráfico del Gobierno vasco estudia la posible extensión del sistema a otros puntos de la geografía vasca y no descarta para ello la utilización rotativa en dichos tramos del radar colocado entre Ordizia e Irura.

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