La lluvia causa notables atascos en los accesos y en el interior de la capital

Los chubascos moderados que han caído sobre Madrid desde primeras horas del día han casuado más retenciones de las habituales en todos los accesos a Madrid. Sólo la A-1 se ha librado de los atascos.En el interior de la capital, el tráfico no ha sido mucho mejor. La llegada del sol, poco antes de las 11.00, ha coincidido con el final de las retenciones.
El kilómetro 2,80 de la M-30 a las 9.43, con tráfico lento en uno de sus sentidos (Ayuntamiento de Madrid).
El kilómetro 2,80 de la M-30 a las 9.43, con tráfico lento en uno de sus sentidos (Ayuntamiento de Madrid).
Ayuntamiento de Madrid
El kilómetro 2,80 de la M-30 a las 9.43, con tráfico lento en uno de sus sentidos (Ayuntamiento de Madrid).

Si el miércoles era el accidente de un autobús en el kilómetro 11 de la A-1 el que causaba un monumental atasco en todo Madrid -al principio, sólo en el norte; luego llegó hasta el bypass sur- hoy parece que la lluvia ha vuelto a traer problemas a las carreteras madrileñas.

Aunque el atasco de la mañana ha distado de alcanzar las dimensiones y la duración del de ayer, las principales vías de acceso a Madrid han registrado un buen número de atascos, especialmente la A-6, con seis kilómetros de tráfico lento. Sólo la A-1 se ha librado.

También las vías de cirvunvalación han sufrido retenciones: la M-40 estuvo atascada en varios de sus tramos, así como la M-45 y la M-50.

Más tráfico en la gran ciudadEn el interior de la capital, la situación no mejoraba demasiado. Un carril de la

M-30 ha estado cortado por obras en la
avenida de la Ilustración, entre el acceso a la M-40 y la avenida de Betanzos sentido Nudo de Colmenar.

Otro carril tampoco se podía utilizar por el mismo motivo entre el Puente de Segovia y el Puente del Rey, sentido A-6.

Ambas zonas han registrado tráfico lento, así como la parte este de la M-30.

Una red viaria al borde de la saturación

Decenas de puntos negros provocan un atasco permanente: El comportamiento del tráfico en Madrid responde a uno de los pilares de la teoría del caos, el efecto mariposa: si una de ellas bate sus alas en París, puede variar el clima de Pekín.

Los puntos negros de la M-30 (Marta García).
Zonas conflictivas para el tráfico (ampliar imagen)

La idea es que pequeñas variaciones en las condiciones iniciales de un sistema pueden producir grandes cambios en el comportamiento del mismo a largo plazo.

Así, las alteraciones de la circulación en determinados puntos sensibles de la capital, bien sea por obras, accidentes o fenómenos meteorológicos, generalizan los atascos por toda la red, especialmente en hora punta.

Además, la proliferación de reformas en la red limita las alternativas.

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