De ahí que en los planes de la Diputación figuren carreteras que bordeen las localidades, las denominadas variantes, sobre todo en el caso de pueblos por los que pasan las carreteras más transitadas. Y, «en unos cinco años, Vizcaya evitará que carreteras de gran tránsito crucen todas las poblaciones de más de 5.000 habitantes», según anunció ayer el diputado de Transportes y Obras Públicas, Eusebio Melero. En la próxima legislatura, la Diputación vizcaína abordará la variante oeste de Gernika y carreteras similares en Bermeo y Ermua.

Antes, a finales de este año, comenzará la construcción de importantes desvíos, el de los cascos urbanos de Gallarta, Lekeitio e Igorre, en la N-240, el más demandado por vecinos y conductores.

Las variantes

Igorre: Unos 15.700 vehículos transitan por el centro cada día. De ellos, una media de 2.800 son camiones. Por ello, la variante, de casi 5 km, irá por la margen izquierda del municipio y eliminará el tráfico del centro de Igorre a mediados de 2009. Costará unos 46,5 millones de euros. También se hará un paseo peatonal hasta Dima.

Lekeitio: Liberará el casco urbano del tráfico de paso. Se construirán dos rotondas en la entrada y salida al casco urbano. Costará casi 26 millones de euros y dos años de trabajos.

Gallarta: Ya está hecha la fase 3 y se continúa con las 2. Irá de Campillo a Triano, costará 14 meses y tiene un presupuesto de 7,7 millones.

Más coches en el túnel de Artxanda

Los túneles de Artxanda redujeron el pasado domingo el precio del peaje y demostraron una consecuencia lógica del mercado: el paso de coches se incrementó hasta en un 25%.

Los coches tuvieron que pagar alrededor de la mitad, unos 50 céntimos. La Diputación y la empresa analizan ahora los resultados de esta experiencia piloto para comprobar si el precio puede estar detrás del escaso éxito de los túneles. La previsión eran 33.000 coches diarios y pasan la mitad, unos 17.000.