Memoria y promiscuidad Al parecer, los machos polígamos de varias especies desarrollan una mayor memoria

Ser promiscuo implica tener mayor memoria.
Eso parecen revelar estudios relacionados con el comportamiento animal. Muchas especies son altamente promiscuas. Los machos viajan grandes distancias para encontrar hembras receptivas, mientras que las hembras se mueven en espacios más pequeños. Esta diferente conducta sexual implica distintas presiones selectivas que acaban creando diferencias. Un macho, si se mueve por un terreno más amplio, debe realizar un mayor esfuerzo memorístico para recordar dónde están las hembras. Algo que no es necesario para ellas, a quienes les basta con esperar a que el macho las corteje y entonces hacer valer sus preferencias.Mejor memoria implica mejores dispositivos de almacenamiento de información, y en muchos animales la región del cerebro responsable es el hipocampo. Sería esperable que los machos tuvieran un hipocampo mayor que las hembras. El antropólogo Steve Gaulin investigó si hay diferencias sexuales en la habilidad espacial, experimentando con ratones de campo polígamos y monógamos. Puestos en laberintos, descubrió que los primeros ganaban a sus hembras en rapidez al realizar el recorrido. Por el contrario, los monógamos no mostraban diferencia sexual. Examinados sus cerebros, los polígamos mostraban un hipocampo más desarrollado que las hembras, mientras que no era así en los monógamos.

Si las presiones ecológicas son diferentes para machos y hembras, la selección natural produce cambios en las regiones del cerebro implicadas. Y diferentes estudios han encontrado similares resultados en la rata canguro y en aves. Es la excusa perfecta: «No, cielo, no te estaba poniendo los cuernos. Sólo desarrollaba mi memoria».

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