El obispo de Ávila anima a los ciudadanos a prescindir de lo superfluo y vivir "lo más sencillamente posible"

El obispo de Ávila, Jesús García Burillo, ha animado a todos los ciudadanos, consagrados y laicos, a revisar sus gastos ordinarios, prescindir cada vez más de lo superfluo y vivir "lo más sencillamente posible" frente a un mundo consumista "que cree encontrar la felicidad en la posesión de bienes materiales".
Jesús García Burillo
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EUROPA PRESS
Jesús García Burillo

El obispo de Ávila, Jesús García Burillo, ha animado a todos los ciudadanos, consagrados y laicos, a revisar sus gastos ordinarios, prescindir cada vez más de lo superfluo y vivir "lo más sencillamente posible" frente a un mundo consumista "que cree encontrar la felicidad en la posesión de bienes materiales".

En un comunicado recogido por Europa Press, García Burillo ha instado a los contribuyentes a marcar la casilla de la Iglesia Católica en su declaración de la Renta para el sostenimiento de las actividades que desarrolla ya que, según ha expresado, en tiempo de crisis "se manifiesta con más claridad la importancia de la actividad espiritual y asistencial que llevan a cabo los cristianos".

El obispo ha asegurado que los comedores de Cáritas están hoy más llenos que nunca, que las parroquias tienen que redoblar sus esfuerzos para ofrecer a las familias necesitadas y que los sacerdotes y religiosos dedican muchas horas a consolar a quienes sufren el paro o a los jóvenes que no encuentran trabajo.

"Con su oración, su escucha, sus palabras y sus bienes los ministros de Dios hacen cuanto pueden para que esas personas integren su situación, no olviden su dignidad y no se entreguen a las salidas fáciles de la desesperanza, que suelen ser la depresión, el alcohol o la violencia", ha apuntado, al tiempo que ha incidido en que para sostener todo ello se necesitan recursos financieros.

El obispo ha indicado que esos recursos "pueden y deben venir de diversas fuentes" y que la más sencilla es marcar la casilla en la Declaración de la Renta. "Algunas personas critican a la Iglesia por pedir la colaboración de todos para su financiación. Con frecuencia escuchamos que los curas tienen mucho dinero, y se pone como ejemplo el patrimonio de nuestros museos o la riqueza de nuestras catedrales. Tales argumentos sólo pueden nacer de corazones tan cegados por los prejuicios que son incapaces de percibir la realidad", ha considerado.

Para García Burillo, el patrimonio cultural produce normalmente más gastos que ingresos, por lo que ha explicado que se conserva por "el gran valor que tiene y razones de uso, respeto a las personas que lo legaron, fidelidad a la historia, eficacia evangelizadora y, en ocasiones, porque ni siquiera es posible venderlo".

"El dinero que recibimos en una mano mediante actividades rentables lo soltamos inmediatamente por otra en empresas tan necesarias como deficitarias. Y si tenemos algún fondo remanente lo conservamos en previsión del futuro, sabiendo que existen emergencias, que las Diócesis y órdenes son responsables de muchas personas y que el ahorro proporcionado también es una virtud", ha apostillado.

El prelado ha manifestado que la mayoría de los clérigos son muy austeros, que sus ingresos suelen ser los mínimos necesarios para vivir con la dignidad que la Iglesia desea y promueve para todos los ciudadanos y que muchos de ellos "hacen donativos importantes que permanecen en la discreción de quienes saben que sólo a Dios le importan".

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