Este subterráneo, que se inaugura con seis meses de antelación sobre el plazo previsto, ha supuesto una inversión de 63,5 millones de euros. Tiene una longitud de 793 metros, de los que 452 van bajo cubierta.Uno de sus principales valores es que evita el paso del flujo de vehículos de la M-30 a la A-3 por la plaza de Conde de Casal y la calle Fernández Shaw, como ocurría hasta ahora. El Ayuntamiento destaca que el túnel permitirá ahorrar a los conductores 260.000 horas de viaje al año y seis millones de kilómetros, con la consiguiente y drástica reducción de la contaminación acústica y atmosférica.
Tras las presiones y sugerencias vecinales, el Consistorio accedió a mantener como paso peatonal el puente de la Lira, que según el proyecto inicial iba a ser derruido.
El resto de mejoras en el tronco de la A-3 y de sus vías de servicio previstas en el proyecto de reforma de la M-30 no estarán acabadas hasta este verano.
Casi 1.000 árboles nuevos
En el enlace de la M-30 con la A-3 se han ajardinado más de 32.000 metros cuadrados, en los que se han plantado cerca de 40.000 arbustos y 980 árboles. Como medida compensatoria, se han plantado otros 7.276 ejemplares en distintos puntos de la ciudad, como los pinares de San Blas y La Elipa.
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