Nueve de cada 10 enfermeros, agredidos por los pacientes

Un sindicato repartirá 5.000 botes de caramelos con la palabra ‘respeto’ para su «prescripción» a los usuarios.
La violencia está a la orden del día en los centros sanitarios. Así lo denunció ayer el Sindicato de Enfermería Satse, que reclamó la puesta en marcha de un «plan de prevención y atención frente a situaciones conflictivas en los centros sanitarios», dos años después de que el Gobierno regional aprobase sus líneas estratégicas.

Según una encuesta realizada por el sindicato a través de Internet, el 87% de los 15.000 profesionales de Enfermería que trabajan en la comunidad (casi nueve de cada diez) han sido agredidos verbal o físicamente.

Más de 13.000 agresiones

Dado que en la región hay unos 15.000 enfermeros, esto supone que 13.050 de ellos han sido maltratados por sus pacientes alguna vez en su vida. De ellos, el 31,66% fueron agredidos en un centro de salud o en el domicilio del paciente, y el 55,41% fue atacado en un centro hospitalario.

La mayoría de estas agresiones (el 62,64%) fueron verbales. Sin embargo, un 34,45% de los encuestados sufrieron la violencia, tanto física como verbal. Al 2,8% le atacaron sólo físicamente.

Para combatir esta situación, Satse repartirá en los centros sanitarios 5.000 botes de caramelos con la palabra ‘respeto’ impresa en el envoltorio, continuando con una campaña que ya comenzó a finales del año pasado.

«El respeto es el único medicamento de uso recomendado aun cuando no se esté enfermo», según Satse.

Sanidad y violencia

Con denuncia: El año pasado, 4.000 profesionales sanitarios (médicos, enfermeros y ATS) denun-ciaron haber sufrido una agresión verbal o física. Satse ha remitido a los centros unos formularios para que todo profesional que se sienta agredido pueda dejar constancia de ello por escrito.

Por los tiempos de espera: El 74% de los encuestados por Satse creen que deben aumentarse los recursos para disminuir los tiempos de espera, «uno de los problemas que más irritan al paciente».

Más vigilancia privada: El 15% aboga por que todos los centros dispongan de vigilantes de seguridad.

Efectos secundarios: A más violencia, más ab-sentismo y menos mo-tivación y productividad.

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