El hombre de 31 años de edad acusado de abusar sexualmente de dos menores de edad y para el que el ministerio fiscal reclama una condena cercana a los 46 años de prisión ha negado haber realizado acto alguno contra la integridad de los niños y ha argumentado que no pasó nada.

En el juicio, que se celebra en la Audiencia Provincial de Jaén durante las jornadas de este miércoles, con las declaraciones del imputado y de los testigos, y de este jueves, con la práctica de la prueba pericial, el acusado, A.L.N., ha expuesto que ni enseñó videos de contenido pornográfico a los niños, ni les sometió a tocamientos ni abusó sexualmente de ellos. Asimismo, ha negado que la otra trabajadora del cíber le sorprendiera abusando de unos de los menores.

Además, ha afirmado que no sabe por qué han formulado estas acusaciones contra él y que cree que en todo caso pueden deberse a una "represalia" de la otra trabajadora —ella puso estos hechos en conocimiento de la Guardia Civil— porque fue expulsada del trabajo y al ansia de su padre por "deshacerse" de él, toda vez que el local en el que estaba el cíber era de su progenitor. "Por deshacerse de mí mi padre es capaz de cualquier cosa", ha afirmado.

Fuentes del letrado de la acusación consultadas por Europa Press han explicado que ellos van a defender la libre absolución de su cliente y no han dejado pasar por alto que los menores tienen entre 13 y 14 años, por lo que se tendrá que discutir en todo caso si hubo consentimiento o no.

El imputado ha señalado a preguntas del fiscal en la vista que él tenía una buena relación con la gente que iba al cíber y que no cobraba por su trabajo allí, sino que ayudaba a su padre en el local. Además, ha incidido en que intentaba ganarse la confianza de los niños para que acudieran al local, pero ha insistido en que no pasó nada, ni abusos ni tocamientos ni nada por el estilo.

Los hechos tuvieron lugar en junio de 2010 cuando, tal y como se recoge en el escrito del fiscal, el acusado se quedó a solas con uno de los menores y, tras someterle a tocamientos, supuestamente abusó sexualmente de él, unos hechos que volvieron a suceder dos veces más.

Además, recoge que el día 8 de ese mismo mes se fue con el menor a la trastienda del local y abusó sexualmente de él hasta que fue sorprendido por la otra trabajadora del cíber, que fue a la Guardia Civil a denunciar los hechos. Al tomar declaración los agentes al niño, este dijo que podría haber otro niño también afectado. Así se llegó al otro menor, quien, siempre según el escrito del fiscal, señaló que le había mostrado un video pornográfico y que en otra ocasión había intentado abusar de él.

Para el ministerio público estos hechos son constitutivos de cuatro delitos de agresión sexual y otro de exhibicionismo por los que pide esos casi 46 años de prisión, una indemnización para uno de los menores de 160.000 euros y otra de 40.000 euros para el otro.

Europa press