Más de 300 personas resisten en la Plaza España de Palma, rebautizada como Plaza de Islandia, y han pernoctado una noche más antes de la celebración de las elecciones municipales, insulares y autonómicas para reivindicar un cambio en el sistema político, económico y social y una democracia participativa.

Con independencia de los comicios, se mantienen las dos asambleas previstas para este domingo, a las 12.00 y a las 21.00 horas y en esta última está previsto votar, según han informado a Europa Press fuentes de la organización, si la acampada continúa en el centro de la capital balear a partir del lunes, lo que dependerá fundamentalmente de lo que se decida en las de Madrid y Barcelona.

Estas asambleas tendrán lugar después de la celebrada la pasada noche en la que participaron cerca de 2.000 personas y en la que por una amplia mayoría se aprobó convocar un referéndum consultivo 'sine die' para que los ciudadanos decidan si se debe ayudar con dinero público a los bancos, al tiempo que también se aprobó redactar un manifiesto que represente este movimiento ciudadano de 'indignación'.

En un principio, se había planteado que el referéndum se llevara a cabo este mismo domingo, coincidiendo con las elecciones, si bien varias intervenciones de personas lo consideraron "precipitado" llevar a cabo esta consulta popular en tan corto plazo de tiempo.

Por ello, se decidió votar no sólo si se llevaba a cabo el referéndum, sino también si éste se realizaba este domingo u otro día que debe ser determinado. Así, la mayoría de personas presentes en la asamblea votó a favor de que la consulta se efectúe otro día y no este domingo.

Por tanto, durante los próximos días, se informará a la población sobre la futura convocatoria de este referéndum, al tiempo que se les explicará en qué consiste el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, dado que fueron muchos los ciudadanos los que han manifestaron desconocer en qué consiste el FROB.

Asimismo, la Comisión de Contenido redactará "desde cero" un manifiesto que recoja todas las sensibilidades, teniendo en cuenta que hubo voces que calificaron de "farragoso" el manifiesto inicial que había sido elaborado en un principio, cuando en las asambleas sólo participaban unas 300 personas y no las 2.000 actuales.

Algunos de los asistentes a la asamblea abogaron por que el manifiesto que se apruebe tenga un "mensaje claro con objetivos concretos", mientras que otros apostaban por que el texto fuera "muy breve y sea claro para que la gente se pueda adherir".