Así, en respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por IULV-CA, a la que ha tenido acceso Europa Press, sobre si el departamento que dirige Paulino Plata tenía pensado establecer algún tipo de colaboración con esta Fundación, el consejero ha informado de que esta institución "es una organización privada cuyo ámbito de actuación se fija en todo el territorio español así como en el extranjero, sin figurar Andalucía como ámbito principal de su actividad".

Asimismo, apunta, entre los fines principales de esta Fundación, con sede en Madrid, "está divulgar el legado artístico de Miguel de Molina, malagueño de nacimiento, que representa una de las más relevantes personalidades del mundo de la copla y del flamenco con denominación andaluza.

Por su parte, señala, la Consejería de Cultura cuenta, entre sus competencias, las de la investigación, fomento y divulgación de las artes plásticas, de las artes combinadas, del teatro, la música, la danza, el folclore, el flamenco y la cinematografía y las artes audiovisuales, y añade que, a tales fines, la Agencia del Flamenco constituye el instrumento de la Junta de Andalucía destinado al impulso de las políticas relacionadas con el Flamenco.

En este sentido, Plata ha informado de que actualmente AAF "mantiene diferentes fórmulas de colaboración con el sector profesional del flamenco y su tejido asociativo e institucional", y agrega, concretamente para el ámbito de las fundaciones, "la Agencia está sentando acuerdos con estas instituciones para la digitalización de fondos patrimoniales pertenecientes a las mismas".

En cuanto a la colaboración en la línea de programación de actividades, como las expositivas, el consejero apunta que la AAF ofrece "la posibilidad de uso de espacios expositivos disponibles y gestionados públicamente: el Centro Andaluz de Flamenco de Jerez de la Frontera y la sede de la Agencia, en Sevilla.

Por todo ello, la Consejería, a través de la Agencia del Flamenco, ve "positivo" el encuentro con representantes de la Fundación — dirigida por el sobrino nieto del artista malagueño Alejandro Salade—, de "cara al estudio y la valoración de la posible colaboración entre ambas, en la línea de lo expresado anteriormente", finaliza.

Miguel de Molina nació en Málaga en abril de 1908 y falleció en Buenos Aires en marzo de 1993, después de cinco décadas de exilio en las que actuó en los más importantes escenarios del mundo. Se exilió a Buenos Aires en 1942, de donde también fue expulsado por orden del Gobierno español, marchándose a México. No obstante, posteriormente, pudo regresar a Argentina, país en el que descansan sus restos, en concreto, en el Panteón de Actores de la Chacarita, junto a otra grande de la escena, además de amiga, como fue Celia Gámez.