Las lecturas comunes, la afición por la música que se notaba en una poesía "muy musical" y la atención en sus versos a emociones dichas "al escucho" y consideradas "menores" por otros autores son algunas de las coincidencias que tuvieron durante su amistad los santanderinos Enrique Menéndez Pelayo, hermano de Marcelino, y Gerardo Diego.

Las "coincidencias" entre este médico y poeta y el catedrático de Lengua y Literatura han sido evocadas por Elena Diego, la hija del autor de 'Manual de Espumas' en la presentación de un libro editado por la 'Fundación Gerardo Diego', con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Enrique Menéndez Pelayo.

Se trata de una edición facsímil, de un volumen de la Antología de Escritores y Artistas Montañeses, con selección y estudio del propio Gerardo Diego.

Esta publicación se complementa además con un cuadernillo en el que Elena Diego rememora la amistad entre Enrique Menéndez Pelayo y el autor de 'Alondra de verdad', una relación "especialmente emotiva" porque pese a ser dos personas "a primera vista" con "poco en común", aunque con puntos "paralelos" y muchas "aficiones y emociones" comunes.

Algunas de ellas las ha recuperado de sus recuerdos personales Elena Diego, pero otras las ha descubierto en el proceso de redacción de este cuadernillo.

La hija del representante de la Generación del 27 ha elogiado el como ambos empleaban en su poesía un "tono menor", "apartado" de otros temas que no "llamaban la atención" del resto de autores, emociones y aspectos de la vida en las que ellos sí encontraban "vibración literaria".

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santander, César Torrellas, patrono de la Fundación Gerardo Diego, ha elogiado que con este trabajo se hace una "aportación al legado cultural de la ciudad".

Los "entresijos" del siglo xix

Rosa Fernández Lera, directora de la Biblioteca de Marcelino Menéndez Pelayo, ha explicado que con esta publicación se quiere contribuir a dar a conocer los "entresijos" de los escritores del siglo XIX, en este caso con la figura de Enrique, que fue "el primer bibliotecario de su hermano" Marcelino, quien, al hacerse cargo de la organización de todos sus libros, permitió al polígrafo montañés centrarse en su labor investigadora.

Enrique Menéndez Pelayo va a ser homenajeado con motivo del 150 aniversario de su nacimiento, con la edición, a finales de este año, de su epistolario completo en el que se recogerán sus cartas y escritos personales.

Pero también con un estudio bibliográfico de su obra periodística, que estaba "muy dispersa" ya que su ceguera le impidió cumplir el objetivo de recopilarla. En este caso, se editará un DVD con todos sus textos digitalizados.