El candidato del PSOE a la Presidencia de Castilla-La Mancha y actual presidente autonómico, José María Barreda, ha reconocido que, aunque él ya está curtido en estas batallas, la campaña electoral actual es "más intensa que las anteriores" y se nota "muy buen rollo", aunque le sigue sorprendiendo "mucho" el "cariño y el afecto que demuestra la gente de Castilla-La Mancha".

En una entrevista informal realizada por Europa Press a los dos principales candidatos a la Presidencia de la Junta, Barreda y María Dolores de Cospedal, el candidato socialista tiene puesta su confianza en la "madurez" de los ciudadanos de esta Comunidad Autónoma el próximo domingo, día de las elecciones regionales y locales, porque durante esa jornada "hablan los ciudadanos" y porque "es muy importante lo que se decide".

Entre los momentos más emotivos de estos quince días destaca "cuando la gente más mayor se acerca y me cuenta cómo se vivía en esta tierra hace no muchos años y cómo se vive ahora", pero también casos concretos como el de un chico joven en Yeste (Albacete) que había sido operado hacía poco tiempo y no podía ir al mitin que Barreda daba en su pueblo. "Me acerqué a su casa y no se me olvidará la expresión de su cara al ver que pasaba a su salón a saludarle".

José María Barreda reconoce que durante estos días ha habido anécdotas "muy graciosas" aunque algunas de ellas "no se pueden contar, porque entran dentro de la 'ciencia habida en confesión' del paisano que me ha confiado algún secreto".

De los mítines también le hacen "mucha gracia" los dichos y las expresiones que le dirigen las personas mayores de esta tierra, sobre todo cuando le llaman "hermoso o hermosón" una manera "muy típica de piropear en la Mancha".

El candidato socialista ha constatado durante la campaña las "preocupaciones y los intereses" de los ciudadanos de la tierra que, a su juicio, "están claras" y no son otras que "el empleo, la sanidad, la educación, los servicios sociales o el agua".

"Yo intento en los actos públicos explicar, haciendo pedagogía política, lo que hemos hecho y lo que vamos a hacer", asegura Barreda, que destaca, por su carácter simbólico, el mitin que ofreció en Yebra (Guadalajara), porque representó la "unidad de todos en defensa de la tierra".

"Muy cuidadoso" con el hecho de que no se le olvide dónde se encuentra cada día —la campaña electoral incluye agendas de hasta siete actos repartidos por distintas provincias en un solo día—, el candidato a revalidar su responsabilidad como presidente de Castilla-La Mancha tiene claro que si algo hubiera preferido no vivir en estos días son "noticias de la magnitud y del coste en vidas humanas que estaba teniendo el terremoto de Lorca (Murcia)".

Estar al tanto

José María Barreda piensa que las campañas "no duran sólo 15 días" y que hay que trabajar todos los días de todas las semanas y todos los años y "tener dedicación exclusiva", y tiene claro que si hay algo que le molesta de ellas es "que se usen para insultar, descalificar o mentir". "A mí no me van a encontrar en esa actitud", señala, y advierte de que lo que a él le interesa e importa es Castilla-La Mancha, "lo demás tiene un papel secundario", asegura.

Durmiendo entre cinco y seis horas diarias durante estos días de caravana electoral —son "pocas horas" pero duerme "bien", afirma—, acaba la jornada aprovechando para responder llamadas, actualizar mensajes en las redes sociales y repasar lo que se ha hecho durante el día, lo que más le ha gustado o lo que más le ha llamado la atención.

El candidato socialista intenta estar "al tanto" de lo que ocurre fuera del 'Barredabús' a través de la prensa, la radio y la televisión como hace habitualmente, aunque como una veintena de periodistas le acompañan en ese autobús electoral "tenemos la noticia cerca".

Además de esto, Barreda durante estos días habla continuamente con los consejeros del Gobierno para que también le tengan "al tanto del día a día".

José María Barreda, que no lleva amuletos porque no es supersticioso, confiesa que duerme "pocas horas" pero "bien" durante la campaña electoral y que

Con un estómago a prueba de balas —"vamos a muchos sitios y la gente, con su mejor voluntad, intenta agradarte y tú correspondes, como no puede ser de otra manera"—, el candidato socialista intenta cuidarse durante estos quince días aunque es consciente de que "es muy complicado" y como es "muy galgo" le cuesta resistirse a los dulces.

Aunque considera que para mantenerse en forma sería necesario más tiempo del que dispone durante estos días, eso no ha impedido que hiciera a pie el trayecto que separa Sigüenza (Guadalajara) de Barbatona, participando en la romería o que participara en el Día de la Bici de Azuqueca de Henares (Guadalajara).

"Estoy acostumbrado a hacer una media de 5.500 kilómetros a la semana. Los hago habitualmente y el autobús resulta más cómodo porque puedes estirar piernas un ratito", precisa el dirigente socialista, quien reconoce que en campaña tampoco le resulta fácil conciliar la vida familiar y laboral, aunque está convencido de que "lo importante es la calidad del tiempo y no la cantidad" y por ello aunque sea muy temprano o muy tarde, siempre intenta encontrar "un ratito de familia".