Vázquez (BNG) ve que "la desgracia" de la pesca es ser "moneda de cambio en Bruselas" y llama a la movilización

Se confiesa "aburrido de la austeridad" que implica eliminar la ayuda a las mariscadoras
Sectorial Uillerme VG, Vilagar
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EP/REMITIDO
Sectorial Uillerme VG, Vilagar

El portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, ha afirmado este lunes que "la desgracia" del sector pesquero son "las políticas centralistas y de derechas" que tanto Xunta como Gobierno central trasladan a Bruselas y que suponen que "Galicia sea moneda de cambio". "Es nuestra desgracia", ha dicho en referencia a esa reflexión en un acto en Vilagarcía con el sector de la conserva y de las mariscadoras, al que le ha advertido de que, aunque el Bloque les puede apoyar, también tienen que "movilizarse" por sus reivindicaciones.

Durante este acto sectorial, al que acudieron fundamentalmente mujeres del sector de la conserva y el marisqueo de la comarca de Arousa, Guillerme Vázquez intercambió pareceres e inquietudes con estas mujeres, que no sólo se preocuparon por su sector, sino por asuntos como la conciliación de la vida laboral y familiar o la sanidad.

Guillerme Vázquez expuso que al BNG se le acusó de ser antieuropeo, pero se explicó diciendo que lo que él quiere "es una Unión Europea igual para todos, equilibrio, no la Europa del desequilibrio, no una Alemania por un lado".

"Y Galicia tiene derecho a conservar lo que tiene", ha dicho, en este sentido, para explicar que no está abocada a "deshacerse de la flota" y a no pescar, porque, ha dicho, otras potencias como Noruega exportan a la Comunidad gallega, mientras que a los autóctonos se les impide.

Así, ha sugerido la reflexión de qué pasaría si Galicia no estuviese en la Unión Europea y, en todo caso, ha advertido de que a los sectores productivos gallegos se les pone "reglas trucadas". "Digo esto porque somos nacionalistas, pensamos que Galicia tiene un pueblo emprendedor y tan bueno como los demás, sólo necesitamos reglas de juego iguales", ha señalado, para recalcar que "o se defienden los sectores productivos, o esto irá por la vía que va".

"aburrido de la austeridad"

El líder nacionalista, tras rehusar querer dibujar un "panorama negro", pero explicar que no va a "faltar a la verdad" de la realidad, ha afirmado estar "aburrido con la austeridad" que pregona el gobierno que dirige Alberto Núñez Feijóo. Y prueba de ello, dijo, es la eliminación de la ayuda a mariscadoras que no tienen los años cotizados para cobrar la pensión. "Hay que ser miserable", ha manifestado.

Y lo dijo poco antes de que en el coloquio una mujer explicase su caso. "Yo quería saber si hay alguna solución. Cobro 390 euros de pensión porque tuve la desgracia de que mi marido se murió este año, pago 320 euros de Seguridad Social y no nos dan la ayuda (la Xunta sí mantiene los pagos de la cuota de cotización, pero mariscadoras han denunciado retrasos en este pago). Sólo me queda ir a petar a la puerta de los hijos o ponerme a pedir en la puerta de la iglesa", fue el relato de esta mujer, que le pedía ayuda a Guillerme Vázquez.

El líder nacionalista recordó, por su parte, que el diputado Bieito Lobeira —presente en el acto— ha llevado esta problemática al Parlamento en diversas ocasiones, pero también ha llamado a la movilización del sector para conseguir su objetivo, y ha asegurado que en los presupuestos "dinero hay" para eso, si lo hay para otras cosas como "publicidad".

Otros intereses

Sobre otras cuestiones, Guillerme Vázquez, ante la preocupación de una de las mujeres por cómo está la sanidad pública, ha roto una lanza en favor del sistema, si bien ha reconocido que "hay que impedir que se dé marcha atrás" en las prestaciones que otorga. "El día que no lo tengamos, lo vamos a lamentar", ha avisado.

Del mismo modo, ha manifestado la necesidad de, "empezando por los hombres", conseguir la igualdad real de las mujeres, empezando por "a igual trabajo, igual salario". El primer paso para Guillerme Vázquez es que todos los miembros de la familia tengan trabajo, luego, para la conciliación laboral y familiar, la creación de infraestructuras sociales y la adaptación de esos servicios a los horarios de las personas.

En este sentido, ha ilustrado con que no basta con que los hombres "hagan el churrasco de los domingos", y ha considerado que hay que "bajar la cabecita".

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