Con el cambio de áreas, las familias tendrán prioridad de conseguir una plaza en menos escuelas e institutos que hasta ahora, pero, por contra, ganarán posibilidades de que el centro esté más cerca de su casa.

Este es uno de los nuevos criterios que establece el proyecto del nuevo mapa escolar de Barcelona, las previsiones para los próximos cuatro años. Subirats se negó a cifrar el número de centros nuevos que necesita la ciudad al mismo tiempo que decía que, de media, las aulas están al 90% de su ocupación máxima.

La titular de Educació se limitó a explicar que se trabaja en que en 2010 la población escolar crecerá de unos 15.000 alumnos, así como instalar escuelas en los nuevos barrios, como Diagonal Mar, la Sagrera, les antiguas Casernes de Sant Andreu o Zona Franca.

Con el nuevo mapa se pretende que Sarrià-Sant Gervasi, el Eixample y Les Corts incrementen su oferta de centros públicos del 15-25% hasta el 33%.

Por otro lado, el sindicato CC OO avanzó ayer que se negará a iniciar el curso escolar el próximo día 12 de septiembre, como ha fijado la Generalitat.