El olor a gas causa una de cada tres llamadas al Parque de Bomberos

Sólo hay peligro en el 6% de las ocasiones. Las falsas alarmas de fugas son vertidos a las alcantarillas o descargas en el Puerto.
El fuerte olor a gas que se percibe durante muchos días del año mantiene alerta a los coruñeses: una de cada tres llamadas que recibe el 080 sospecha que se ha producido un escape. Pero la realidad se empeña en quitarle hierro al asunto: durante el año pasado, los bomberos sólo realizaron 83 salidas por fugas de gas: un 6% del total.

Los bomberos analizan la peligrosidad de cada llamada, aunque la verdadera dimensión del peligro la marcan los explosímetros, que miden la concentración de gas en el ambiente. Si los niveles no son peligrosos –lo que ocurre casi la mitad de las veces–, falsa alarma.

«Los motivos son variopintos, desde una bombona que no está bien cerrada a un escape de gasoil de alguna empresa», explica el jefe de Bomberos de A Coruña, Carlos García Touriñán.

En caso de detectar un olor fuerte a gas, los bomberos recomiendan cerrar la llave y ventilar todas las habitaciones de la casa.

Si los indicios continúan, será mejor que se llame al teléfono 080, del Parque de Bomberos. También se puede contactar con el número 112, de Emergencias.

Cuál puede ser el motivo del olor

En los domicilios: Cerrar mal la bombona de gas propano o el gas del colector general son las causas más comunes.

Vertidos: Muchas empresas vierten el gasoil y otros materiales inflamables a través de la red de alcantarillado, desde donde se filtra el olor hacia el resto de la ciudad.

Nostián y la refinería: La planta de residuos desprende un olor similar al de un escape. La refinería de Repsol, en Bens, también emana gases a través de las antorchas.

El Puerto: En el muelle de San Diego se mueven, cada mes, más de 780.000 toneladas de combustible líquido y gaseoso.

Gas Natural: Tenemos una red de gas de 210 km –sólo falta por cubrir la Ciudad Vieja–. Muchas obras pican las tuberías.

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