La palabra austeridad ya es uno de esos vocablos que se ha coronado entre el ránking de más repetidos en esta carrera hacia las urnas y, no en vano, el BNG ha afinado los costes de esta campaña electoral. Pero en Teo, el tradicional merchandising ha adoptado forma de artesanía y los asistentes al mitin del portavoz nacional del Bloque, Guillerme Vázquez, y del candidato a la reelección, Martiño Noriega, fueron sorprendidos con paquetes en forma de estrella nacionalista con caramelos dentro, a modo de regalo.

Pero no sólo eso. Para ayudar a financiar la campaña, la artesanía de materiales como el fieltro, que habitualmente adopta diferentes formas en ferias y mercados, saltó a escena en la carrera hacia las urnas del Bloque. Así, a las puertas del local social de A Ramallosa, dos niñas —acompañadas de adultos— vendían broches, marcapáginas, collares y fundas para gafas con los símbolos nacionalistas, y "hechas a mano" y en Teo.

El propio candidato a la Alcaldía, que en el mitin reconoció que no le gustaba tener que ver "tantos grandes yos: Martiño, Martiño, Martiño" colgados por el municipio; se detuvo a comprar algún detalle en el puesto, e incluso le dejó de propina la vuelta de la compra. "Yo por mí los vendía a 20 céntimos", le dijo la niña.

Guillerme Vázquez se interesó por los expositores, en el cual también se vendían papeletas a dos euros para un sorteo en un balneario —que se llevará el que tenga la papeleta coincidente con el sorteo de la ONCE del 22 de mayo—, y se paró con las jóvenes vendedoras, a quienes felicitó por su labor.

Previamente, en las sillas de colores del local social, lo que coronaban eran paquetitos en forma de estrella, hechos del papel con las propuestas del BNG para Teo.

Dentro, caramelos del Bloque para endulzar una mañana que, como recordó la concejala Carme Hermida, "a las ocho y media no estaba así", en referencia a la fuerte lluvia caída justo a la hora del mitin, después del cual se asomaron algunos rayos de sol.