El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ha asegurado que la Catedral compostelana es un espacio "abierto" que invita a todo el mundo a rezar "al único dios" y ha echado en "falta altura humana y espiritual" para afrontar el "reto religioso, cultural, social, económico y político" de la sociedad actual.

Así lo ha expresado el arzobispo compostelano durante la homilía pronunciada en la Misa de la Dedicación que se ha celebrado este sábado para conmemorar el 800 aniversario de la basílica, donde ha asegurado que "hoy la historia de la Catedral se hace historia viva".

En este escenario, ha destacado que esta "fiesta de la Dedicación" recuerda que el templo "es un lugar de oración", una "parábola de la existencia de Dios" cuya "belleza y armonía" invitan a "limitados y pecadores" a "convertirse para formar un cosmos en estrecha comunión con cristo".

Asimismo, Julián Barrio ha asegurado que "si alguno destruye este templo de Dios, Dios lo destruirá a él" porque, tal y como ha señalado, el templo de Dios es santo".

"altura humana"

En su intervención, el arzobispo compostelano ha lamentado que "hoy algo impide ver y sentir la presencia" de Jesús, y ha echado "en falta altura humana y espiritual para afrontar el reto religioso, cultural, social, económico y político" en la sociedad actual.

"Padecemos la cortedad de miras que nos dificulta ver el paso de Dios entre nosotros", ha subrayado antes de instar a la sociedad a "dejarse mirar por el Señor" para librarse de "perjuicios, ideologizaciones y modas relativistas".

Unas cuestiones que, conforme ha criticado, "insensibilizan ante el dolor propio y el de los demás", e "impiden escuchar la llamada del Señor".

Finalmente, el arzobispo ha instado a "escuchar la llamada a bajar al compromiso paciente y constante de cada día, sin pretensiones posesivas" y si "con la urgencia de la fraternidad y de la solidaridad".