La Feria de Zaragoza acoge, los días 7 y 8 de mayo, la edición de primavera del certamen 'Un huevo de antigüedades' con el objetivo de ofrecer "una propuesta original y artística, fusionando el coleccionismo con la creatividad, la historia y el arte". El certamen cuenta con 22 anticuarios y almonedistas llegados desde distintos puntos de España.

Según ha informado la Feria se exhibirán productos tan dispares como elementos decorativos, instrumentos musicales, lámparas, piezas de coleccionismo, cuadros y arte pictórico y muebles en general".

'Un huevo de antigüedades' es una expresión ferial que va más allá de la mera exposición y fomenta una actividad más dinámica y un tanto diferente, en el que el cliente debe escarbar y buscar aquello que más le interesa. Es, en definitiva, una nueva forma de ver y adquirir arte.

Según los organizadores, la muestra cuenta con propuestas para todos los gustos y bolsillos. Las piezas, algunas de las cuales ya están restauradas y otras todavía no, tienen una antigüedad de, por lo menos, 40 años. Es decir, proceden de épocas anteriores a los años setenta y algunas de varios siglos atrás.

Este Salón está dirigido a decoradores, profesionales y coleccionistas, pero también hay espacio para los nostálgicos, los amantes de las antigüedades y personas interesadas en adquirir algún objeto memorable o curioso".

Estos encuentros son una manifestación ferial que nació en Francia bajo el nombre de 'déballage' (desembalaje). La característica propia de este tipo de acciones es que se llevan a cabo en un espacio más relajado e informal que la habitual exposición de piezas antiguas. De esta forma, 'Un huevo de antigüedades' trata de acercar este mercado al público general y también a los profesionales, pero de una manera más divertida. El horario de visita será de 11.00 a 21.00 horas.