El juez ha dictado auto de libertad provisional para el hombre detenido en la tarde del lunes tras retener en el domicilio familiar a su hijo, a su mujer y al jefe de ésta, y, como "medida cautelar", ha ordenado su internamiento en un centro psiquiátrico.

Según ha informado el Juzgado de Guardia de Pontevedra, al hombre —que prestó declaración esta tarde— se le imputa un delito contra la libertad de las personas.

Desde que en la tarde del lunes se entregó a la Policía, Agustín V. ha declarado dos veces en la Comisaría de Pontevedra, la primera el mismo lunes y la segunda en la mañana de este martes. Fuentes policiales, han indicado que él mismo pidió este martes ante su abogado que quería volver a declarar.

Fuentes próximas a la investigación han señalado que de lo declarado por Agustín V. se desprende que ni él mismo tiene claro porqué cogió una escopeta y se encerró en casa más de ocho horas, reteniendo contra su voluntad a su hijo, su esposa y el jefe de ésta que había acudido a la vivienda alertado porque recibió una llamada de él y le pareció que estaba pasando algo raro.

Las mismas fuentes apuntaron que tiene verdadera "obsesión con su cuñado", el marido de su hermana, que es la persona que exigió ver durante el encierro.

Desde el primer momento, el ahora detenido dijo a la Policía que quería que buscasen a su cuñado para que fuera a la casa, porque era la única persona con la que estaba dispuesto a hablar. Finalmente conversaron, pero por teléfono, ya que el negociador de la Policía consideró contraproducente que hubiera contacto físico entre ambos.

Por eso precisamente, porque Agustín considera a su cuñado responsable de "arruinarle la vida", según la expresión que él mismo utilizó, al aludir a diferentes altercados que los cuñados tuvieron respecto a un coto de caza, la muerte de un perro y un piso de herencia familiar.

"algo no rige bien"

Todas las fuentes consultadas coinciden en que "algo no rige bien en la cabeza del detenido", pero su reconocimiento por un psiquiatra es una cuestión sobre la que deberá decidir la jueza titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Pontevedra.

La actitud sumisa que el individuo mostró al entregarse a la Policía este martes pasó a una hostilidad manifiesta en diversos momentos, según las mismas fuentes, como cuando lo llevaron del calabozo para ir a declarar, tras lo que se negó a entrar de nuevo en la celda. "La está liando", han señalado fuentes policiales.