El Gobierno de Navarra ha aprobado en su sesión de este lunes el texto del protocolo que el Departamento de Cultura y Turismo suscribirá con la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León para la conmemoración del VIII Centenario de la batalla de las Navas de Tolosa. Ambas comunidades cooperarán en la realización de una programación para el estudio y aproximación a este acontecimiento.

En 2012 se cumple el octavo centenario de la batalla de las Navas de Tolosa contra el ejército almohade, en la que Navarra jugó un papel decisivo. Ese mismo año se cumple también el quinto centenario de la conquista de Navarra por las tropas del Duque de Alba, que puso fin a la larga guerra civil entre navarros y abrió el proceso de incorporación del Viejo Reino a la corona de Castilla.

El Gobierno de Navarra considera que "estas efemérides suponen espacios propicios para profundizar en aquellos momentos históricos relevantes, mediante una reflexión intelectual que permita conocer y dar a conocer mejor la historia de esta Comunidad, y ello puede hacerse mejor con el acuerdo de las distintas Comunidades interesadas".

En este contexto, se aprueba la firma de este protocolo con la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, para que, trabajando conjunta y coordinadamente, se consiga realizar una programación "rigurosa y atractiva" de estudio y aproximación a estos momentos históricos.

Comisión organizadora 2012

Como es sabido, con el fin de estudiar, conocer y divulgar estos dos sucesos, el Gobierno de Navarra constituyó la Comisión Organizadora 2012, que se ocupa de definir y proponer distintas acciones en estrecha relación con representantes de las tres universidades navarras, así como de otras universidades españolas y francesas, otras administraciones públicas e instituciones culturales, y especialistas en las disciplinas relacionadas con ambos episodios históricos.

Por otra parte, varios de los territorios que componen la actual Comunidad de Castilla y León estuvieron representados en las Navas de Tolosa a través de caballeros, milicias y tropas al mando de Alfonso VIII de Castilla, impulsor de la batalla y organizador de la gran caravana militar que se enfrentó al ejército almohade.

Este enfrentamiento tuvo como consecuencia inmediata la consolidación del Reino de Castilla como el centro de poder político de mayor importancia en el occidente peninsular, y supuso el punto de inflexión más destacado en el avance hacia el sur de los llamados reinos cristianos. La batalla abrió las puertas de Andalucía y dejó expedito el camino hacia la decadencia del poder musulmán.