Unas 7.000 personas participan en la manifestación del 1 de mayo para pedir justicia ante la reforma laboral

Unas 7.000 personas han participado este domingo en Málaga capital en la manifestación que convocan cada 1 de mayo UGT y CCOO, esta vez para pedir justicia ante los poderes públicos por la reforma laboral, que, según han denunciado desde ambos sindicatos, "se está aprovechando para destruir el empleo estable y precarizar totalmente el mercado laboral".
La Manifestación Del 1 De Mayo Ha Reunido En Málaga A Unas 7.000 Personas
La Manifestación Del 1 De Mayo Ha Reunido En Málaga A Unas 7.000 Personas
EUROPA PRESS
La Manifestación Del 1 De Mayo Ha Reunido En Málaga A Unas 7.000 Personas

Unas 7.000 personas han participado este domingo en Málaga capital en la manifestación que convocan cada 1 de mayo UGT y CCOO, esta vez para pedir justicia ante los poderes públicos por la reforma laboral, que, según han denunciado desde ambos sindicatos, "se está aprovechando para destruir el empleo estable y precarizar totalmente el mercado laboral".

En este sentido, el secretario general de UGT Málaga, Manuel Ferrer, se ha referido a los últimos datos publicados este viernes por la Encuesta de Población Activa (EPA) para "demostrar numéricamente que de los 193.000 asalariados menos que hay en toda España, 139.000 tenían contrato indefinido".

Así, bajo el eslogan 'Empleo con derecho y contra los recortes sociales', el acto, con motivo del Día Internacional del Trabajo, ha comenzado a las 11.00 horas en la esquina de Muelle Heredia con Alameda de Colón, continuando por la Alameda Principal, calle Larios y Granada, hasta finalizar en la plaza del Carbón.

Según ha indicado Ferrer, en declaraciones a los periodistas, "venimos a reivindicar un empleo justo" y, para ello, ha pedido apoyo a la iniciativa legislativa popular que presentarán al Congreso de los Diputados para "revertir la reforma laboral". "Estamos intentado hacer que los trabajadores levantemos nuestra voz y digamos ya está bien al Gobierno".

Por su parte, el secretario general de CCOO de Málaga, Antonio Herrera, ha calificado la jornada como "reivindicativa" y "de rebeldía", con la que "vamos a llamar a la rebelión pacífica a los ciudadanos ante la persistente agresión que estamos sufriendo los trabajadores por parte del capital especulativo del poder económico".

En este sentido, ha denunciado "la supremacía" que está ejerciendo la economía sobre el poder político", y eso, ha continuado, "es enormemente peligroso, porque cuando este sucede lo que sale beneficiado es el fascismo".

Herrera ha destacado "la tolerancia absoluta" del Gobierno español ante el poder económico de la Banca, al que "está ayudando en lugar de generar una Banca pública que ayude a la pequeña y mediana empresa y a las familias para salir de la crisis, facilitándoles los créditos necesarios para que haya una actividad productiva", ha explicado.

Asimismo, ha denunciado que "el paro, que ya ronda los cinco millones de personas en España y entorno a 200.000 en la provincia de Málaga y que afecta especialmente a mujeres y jóvenes, se ceba de una manera tremenda cuando se está bloqueando cualquier tipo de iniciativa de diversificar el modelo productivo".

Por último, los sindicalistas han instado a los partidos políticos a que "digan qué quieren para los trabajadores de este país, para que cuando vayamos a las urnas sepamos a quién tenemos que votar", y han pedido a "aquellos partidos que fueron con programas de izquierdas a las elecciones generales que los mantengan y que no hagan política de derecha, la cual sólo está beneficiando al capital especulativo en el país y en el resto del mundo", han criticado.

Pacto del euro

Por otro lado, el secretario provincial de CCOO ha considerado "inconcebible que el Pacto del Euro piense que para salir de la crisis hay que rebajar los salarios a los trabajadores y que hay que ir desmontando la protección social, y, por tanto, el estado del bienestar en el conjunto de Europa".

A su juicio, querer hablar de productividad y competitividad y que esto no suponga la participación de los trabajadores en la organización del trabajo es una "una desfachatez", lo que, a su vez, "sería improductivo y significaría abaratar costos y desmontar todo aquel tejido que hace más de 100 años conseguimos los trabajadores y que esta generación tiene la obligación de conservar y pelear por él", ha sentenciado.

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