La corporación del Ayuntamiento de Avilés ha aprobado este viernes de modo provisional el Plan Especial del Casco Histórico después de haber admitido tres de las 29 alegaciones, así como haber aceptado parcialmente otras tres. El documento salió adelante con los votos del PSOE, IU y ASIA después de que los concejales del PP se abstuvieran en la votación.

El portavoz del grupo conservador, Constantino Álvarez, había reclamado previamente que no se votase en este pleno, dada la proximidad de las elecciones, y se dejase la decisión en manos de la próxima corporación. La iniciativa sólo contó con el apoyo de sus compañeros de filas y el documento, finalmente, se aprobó.

El Plan Especial del Casco Antiguo incluye ocho actuaciones y que permitirán que los edificios construidos ocupen una superficie que supera los 20.000 metros cuadrados, el doble de la que hay actualmente. Tras su paso por el pleno irá ahora a la CUOTA.

El concejal de Urbanismo, Alfredo Iñarrea, se ha enfrentado durante el pleno las críticas del PP, que ya días atrás había alertado de la falta de consenso con los propietarios de los terrenos sobre los que actuar. Ha hablado de los de la calle Libertad, donde existe actualmente un litigio porque un promotor quiere que construir el doble de lo que está previsto.

"Es normal no ponerse de acuerdo con los propietarios, porque quieren los 12.000 metros cuadrados que creen les va a dar el Tribunal Supremo", ha indicado Iñarrea. "Esto es tratar de acojonar a la corporación, hacer claudicar la voluntad política", ha señalado el concejal tras reconocer que se reclama una indemnización de 18 millones de euros.

En el caso de que el juez les dé la razón el edil socialista no cree que el consistorio tenga que hacer frente a este pago, dado que "puede tomar otra decisión, siempre que lo avale por interés general".

Durante el debate del Plan Especial la alcaldesa de la ciudad, Pilar Varela, llamó la atención al portavoz popular, Constantino Álvarez, quien calificó como "sinvergüenza" al edil de Vivienda y portavoz de IU. Lo hizo después de que Fernando Díaz Rañón le acusase de preocuparse por los intereses de los promotores.