También en los hoteles se ha notado, a pesar de la lluvia, pues pasaron, gracias a las proyecciones, de tener un 60% de ocupación a un 80% de media, según el concejal de Turismo, Antonio Urda.

Quienes no han visto mejorar su negocio son las empresas de alquiler de coches y los empresarios de hostelería de Málaga. Su presidente, Rafael Prado, habla de «camelo» al referirse a ingresos.

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Los vestidos de fiesta se agotan

Además del glamour de las estrellas, el festival genera todos los años ingresos directos a instituciones y empresas. Por ejemplo, las tiendas de la ciudad agotaron desde hace un mes los vestidos de fiesta, apunta Castiel. El año pasado, el impacto económico se acercó a los 3,5 millones de euros. De ellos, un millón se destinó a suministros y servicios para el desarrollo del certamen y más de 730.000 sirvieron para contratar empresas, profesionales y personal. Y eso sin contar lo que dejan las fiestas.