El alcalde de Baltar (Ourense), José Antonio Feijóo, ha anunciado que presentará una querella criminal por "calumnias e injurias" contra cargos del PSdeG que lo acusaron de amenazar a una farmacéutica de este ayuntamiento para que echara a una empleada de su farmacia si concurría en la lista socialista para las elecciones del 22 de mayo.

El anuncio de esta querella criminal se produce después de que el pasado lunes el PSdeG confirmase la presentación de una denuncia ante la Fiscalía por supuestas "amenazas, coacciones y tráfico de influencias" por parte de alcaldes afiliados al PPdeG contra miembros de las listas socialistas en la provincia.

Por ello, además de la querella que ya ha confirmado el alcalde de Baltar, el PP de Ourense avanza en un comunicado que "otros dos candidatos populares no descartan la presentación de las correspondientes querellas criminales" tras realizar "el completo análisis" que sus asesores jurídicos hacen del contenido íntegro de la rueda de prensa del PSdeG "y de las reacciones posteriores a la misma".

El PP no aclara los casos en los cuales se estudia presentar más querellas, pero en su rueda de prensa, el PSdeG aludió a casos de supuestas amenazas a personas para que no integrasen las listas socialistas en Calvos de Randín y en Carballeda de Valdeorras, además de en Baltar.

CARGOS

El comunicado del PP se refiere, en concreto, al secretario de Organización del PSdeG, Pablo García; al secretario provincial del PSdeG, Raúl Fernández; a la secretaria de organización provincial, María Quintas; y al secretario de Política Municipal provincial, José Arcos; y tacha de "espectáculo lamentable" sus declaraciones en las que denunciaron prácticas "mafiosas" de los populares de Ourense y las compararon con las "neonazis", salvo porque "no hubo tiros".

"Son absolutamente repugnantes, gravísimas y premeditadas, intolerables desde cualquier punto de vista, no sólo políticos, sino también penal o jurídico", asevera el comunicado, en el cual el PP lamenta "esta deriva irracional" y acusa a los socialistas de aplicar la táctica del "difama que algo queda". Por consiguiente, el PP manifiesta su confianza en que la justicia "no dejará impune" este tipo de declaraciones "inadmisibles, condenables y absolutamente irresponsables".