El sindicato canario STEC-IC ha exigido con motivo del Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, que se celebra el 28 de abril, la necesidad de que se respeten los derechos laborales para poner fin a la siniestralidad laboral.

Al respecto, el sindicato citaba los datos de la Organización Internacional del Trabajo que apuntan que en 2010, murieron 2,2 millones de trabajadores por accidentes laborales o enfermedades profesionales, mientras que los accidentes sin causa de muerte se elevan a más de 270 millones.

En este sentido, apuntó que el pasado año en Canarias se registraron 25.376 accidentes laborales, de los que 17 resultaron mortales y 178 graves, según informó el STEC-IC en nota de prensa.

Añaden que aunque se ha producido una reducción de la siniestralidad con respecto a 2009, en concreto del 6,92 por ciento, esa disminución "no es muy significativa" si se tiene "en cuenta la caída del empleo en la construcción, sector con una gran incidencia en la siniestralidad laboral".

Por ello, consideran que las cifras comprometen "a no bajar la guardia" para hacer del trabajo "un lugar seguro y saludable".

Para el STEC-IC este hecho supone una "verdadera lacra social", ya que las causas que la provocan "no se están abordando con todas las garantías".

En este sentido, desde el sindicato se refirieron al modelo económico y la toma de decisiones del Estado, de sus administraciones, del Gobierno de Canarias y de las empresas que "está supeditada casi siempre a ciertas carencias en la planificación, a los beneficios inmediatos y a una falta de cultura preventiva, si cabe más ostensible en las economías en desarrollo".