Eloy Velázquez refleja la "falacia de la globalización" a través de la mirada de los inmigrantes de las pateras

El artista cántabro expone desde este miércoles y hasta el 19 de junio en el Palacete del Embarcadero
Eloy Velázquez
Eloy Velázquez
AUTORIDAD PORTUARIA
Eloy Velázquez

El artista cántabro Eloy Velázquez ha querido reflejar en su última obra la "falacia de la globalización" a través de un grupo de inmigrantes llegados en patera y que constituyen la pieza central de la exposición que se inaugura este miércoles en el Palacete del Embarcadero de Santander, donde permanecerá hasta el 19 de junio.

Organizada por la Autoridad Portuaria y la Universidad de Cantabria, la muestra lleva por título 'Desde el Sur del silencio' y es la primera exposición individual que Eloy Velázquez realiza desde el año 2004 en Santander.

Tras su paso por la capital cántabra, la muestra, compuesta por una pieza central con 28 figuras de madera que representan a hombres y mujeres recién llegados a la playa en una patera imaginaria, itinerará por distintos espacios, especialmente por ciudades del sur, como Cádiz, aunque también recalará en Gijón.

El proyecto, que el artista ha presentado en rueda de prensa este miércoles junto con su comisaria, Mónica Mantecón, es fruto de dos largos años de trabajo que empezaron contemplando en el 'telediario' las imágenes de pateras "abigarradas" de gente.

Velázquez ha explicado que se fue involucrando cada vez más con el tema, que al principio le parecía "imposible", porque cada pieza de la exposición lleva "mucho tiempo" de trabajo. Todas ellas han sido realizadas con maderas y material reciclado, una constante en la obra del artista.

En concreto, para la base de las figuras el artista ha utilizado vigas procedentes de los antiguos muelles que se encontraron en la plaza de Alfonso XIII, algunas de ellas a punto de fosilizarse, dado que datan de los siglos XVII o XIX, pero de árboles del XVI.

En los hombres y mujeres, alguna con un bebé en brazos o embarazadas, que ha tallado el escultor incide en su aspecto humano, su heroísmo y su afán de superación, en suma reflejan "la épica" de quienes son capaces de subirse a una patera, ha precisado su autor.

Con ello, Velázquez quiere poner de manifiesto un "mensaje que está claro", el de la "falacia de la globalización", pero también "abierto" a la interpretación del público. Y es que, para el artista, la globalización tal como se entiende desde este lado del mundo pasa por tener un mercado mundial, "explotar" África y "dejar y poner" a los dictadores que las potencias quieren.

De ahí que el montaje que presenta en el Palacete del Embarcadero, y del que ha dicho que está muy contento, ponga a las figuras separadas de los visitantes mediante arena, no integradas dentro del mismo espacio.

"Ellos están allí y nosotros aquí, y fuera está el viaje", ha señalado el artista, quien ha destacado que estos personajes son como su "familia", después de los dos años que ha pasado creándolos.

"materialidad del arte"

La comisaria de la exposición ha incidido en que con este proyecto, Eloy Velázquez "defiende la materialidad del arte", en un momento en que los creadores "cada vez tienen menos obra física, palpable", quizá por efecto de la crisis o por el impacto de las nuevas tecnologías, ha apuntado.

"El recupera el trabajo en el taller, con materiales, al margen de la moda de turno o el canon internacional", ha recalcado Mantecón.

Según la comisaria, el artista "no quiere dar ninguna lección moral, "ni reivindicar" a los excluidos por el hecho de que represente a los viajeros de una patera, sino exponer las "contradicciones de la globalización" que "sólo es global para unos pocos".

La distancia entre "unos y otros" es lo que Velázquez pone de manifiesto, y por eso las figuras no están entre nosotros, ha explicado, sino "en un islote de arena, aisladas", para que "impacte en nuestra mirada, como podría hacerlo una nave de extraterrestres", ha señalado Mantecón, para quien esta muestra "habla de barreras", del "desarraigo" que produce inmigrar.

Y para hacer aún más patente esta idea, la muestra se complementa con una pieza de audio en la que los visitantes pueden escuchar testimonios de hombres y mujeres de Angola, el Congo, Senegal y Camerún, cada uno hablando en sus lengua, "ininteligibles para nosotros" y que ayudas a "ponerse en su lugar".

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