El rastreo por georradar en las fincas del imputado por la desaparición de la compostelana María José Arcos —Ramiro V.G.—, que llevará a cabo la empresa gallega Ingeniería Insitu, comenzará el próximo 3 de mayo y se desarrollará en tres fases.

Según han confirmado a Europa Press fuentes de la empresa de expertos, está previsto que la inspección de campo se prolongue cuatro días para explorar en tres áreas, una finca propiedad del imputado, un monte también de su titularidad y un cementerio abandonado.

Es el acuerdo al que han llegado las distintas partes implicadas en el proceso, después de que en la tarde de este lunes la empresa se reuniese con agentes de la Policía Judicial y personal del Imelga para fijar el plan de los trabajos con el georradar, que ejecutará un ingeniero de Insitu junto a las fuerzas del orden.

Las previsiones de la empresa encargada del georradar estiman que la finca del imputado ubicada en el municipio de Teo (A Coruña), la que se encuentra en "mejores condiciones", según ha precisado el portavoz de la empresa Insitu.

La empresa ha explicado que el georadar va en un carrito y, dirigido por un ingeniero de Insitu, se va rastreando el terreno. El aparato emite unos pulsos geomagnéticos que atraviesan el subsuelo y la onda que retorna "vuelve a una velocidad u otra" en función del cambio en las propiedades del subsuelo si hay discontinuidad en el mismo debido a posibles movimientos de tierra —como el caso de que se haya producido algún enterramiento—.

Movimientos de tierra

Si bien el portavoz de la empresa ha apuntado la dificultad de encontrar restos humanos de la desaparecida al haber transcurrido 15 años y el supuesto uso de cal, ha subrayado que resultará "más fácil distinguir movimientos de tierra", en los que se haya podido producir algún enterramiento para localizar en ese punto la búsqueda.

No obstante, ha resaltado que en otras ocasiones se había aplicado el georradar para detectar fosas de la Guerra Civil en la que se han hallado grupos de restos humanos.

Fue el juez del Juzgado de Instrucción Número 1 de Ribeira (A Coruña) quien autorizó el pasado día 15 el uso del georradar para la búsqueda de restos humanos en fincas propiedad del imputado por un delito de asesinato en relación a la desaparición de María José Arcos hace quince años.

El uso de este aparato había sido reclamado por la familia de la desaparecida al considerar que el imputado "pudo haber enterrado" a María José en una de sus fincas.