Tres familias españolas viajaron hace dos años a tres poblados en medio de tierras salvajes, donde convivieron con las tribus del lugar. Ahora, en Perdidos en la ciudad, que acaba de estrenar Cuatro, se invierten las tornas y dos de esas tribus han visitado nuestro país. Nuria Roca conduce este docu show y nos cuenta sus impresiones sobre la experiencia.

¿Qué tal la experiencia con las tribus?

Han tenido una experiencia brutal al igual que las familias españolas. Ha sido maravilloso vernos a los españoles como tribu desde el punto de vista de las tribus que nos han visitado. Gracias a ellos hemos visto todos los defectos y virtudes que tenemos.

En un mundo globalizado como el de hoy es casi como enseñarle a un terrestre cómo se vive en Marte…

Claro, porque aunque ellos tengan alguna referencia, hasta que no estás in situ no sabes lo que es. Nosotros hemos visto muchos documentales y aun así para las familias fue una experiencia increíble. Ellos no han visto ningún documental, no sabían nada de nuestro día a día. Hasta que no han estado aquí no han visto lo diferente que es nuestra forma de vivir

¿Tan distintos somos?

No, no somos tan distintos. Independientemente de los kilómetros a los que esté tu hogar, de tu raza o de tu cultura, todos somos seres humanos y tenemos los mismos sentimientos y emociones.

Las familias y las tribus se tienen mucho cariño…

Las experiencias más al límite son las que te unen más. Los 25 días que las familias pasaron en el poblado y todo lo que vivieron allí les marcó y ha pasado también al contrario. Si echamos la vista atrás todos tenemos experiencias que a lo mejor han durado poco pero que recordaremos toda la vida.

¿Qué es lo que más ha sorprendido a los miembros de las tribus?

Cosas en concreto hay muchas, pero yo destacaría nuestro ritmo de vida. Nosotros no nos paramos a pensar, tenemos una forma de vivir sobre la que no reflexionamos. Para ellos es impresionante desde lo que tardamos en vestirnos hasta lo que tardamos en hacer la compra.

Habrán llamado la atención allá por donde hayan pasado…

Sí, evidentemente (risas). Ya se llama la atención con un equipo de cámaras grabando, pues en este caso, más.

Faltaba una de las tribus de la primera edición…

Ha sido una cuestión de poder llegar a todo. Traer tres tribus a España exigía una producción enorme. Con dos ya ha sido muy complicado hacerlo.

¿Tenían traductor?

Sí, aquí tenían traductor casi constantemente, aunque muchas veces no hacía falta, porque se entendían perfectamente.

¿Alguna anécdota?

Una de las cosas que más les sorprendía viendo el nivel de vida y las comodidades que tenemos, es que somos capaces de tener a gente viviendo en la calle, porque ellos acogen en su casa a quienes lo pasan mal o no tienen dónde ir.

¿Afectará esta experiencia en su día a día cuando vuelvan a la tribu?

Seguro, pero como experiencia personal. No creo que ellos echen de menos las comodidades que tenemos aquí. Cada uno se amolda a sus costumbres y al final son las que añoras.

¿Alguno quiso quedarse?

Quedarse, no, alguno habría querido estar más tiempo, pero quedarse, no. Eso sí, se querían llevar cosas muy variopintas, como una silla. Pero creo que eran más recuerdos personales que no adelantos tecnológicos.

¿Encontrarán al fin los gemelos una novia?

(Risas) Eso va a ser una de las historias más apasionantes que vamos a ver, porque ellos han llegado muy esperanzados con recuperar el amor de las gemelas y van a tener que lidiar con algún que otro novio local (risas).

¿Aceptaría usted el reto de ir a convivir con una de las tribus?

Yo no participaría por muchas razones, entre otras, que es tremendamente duro. Prefiero irme de vacaciones (risas). Ahora, cuando las familias te cuentan las experiencias no puedes dejar de sentir envidia.

¿Qué cosas le serían imprescindibles a usted?

Me voy a guiar por lo que decían las familias: todo era prescindible. Supongo que depende de la mentalidad con la que vayas, pero imprescindibles son muy pocas cosas.

BIO: Con estudios de Arquitectura técnica, su salto al mundo de la pequeña pantalla fue casual y se produjo en la televisión autonómica Canal 9, donde presentó su primer programa. La oportunidad de aparecer en una cadena nacional se produjo en 1998, cuando Chicho Ibáñez Serrador la fichó para la segunda etapa del programa Waku waku, trabajo al que le siguieron entre otros, La Isla de los Famosos (Antena 3), La casa de tus sueños (TVE) y la serie Javier ya no vive solo (donde se produjo su debut como actriz) en Telecinco.

En Cuatro ha presentado Nos pierde la Fama, Factor X, El sexómetro, Tienes talento, El Gran Quiz, Reforma sorpresa, Tu vista favorita o Perdidos en la tribu. Además, es la nueva imagen de Divinity, el canal de Telecinco para el público femenino.