Francia instó este sábado a las autoridades sirias a que renuncien al uso de la violencia contra las protestas de la oposición y denunció una "represión ciega y brutal", al tiempo que advirtió que "los autores de esos crímenes deberán responder de sus actos".

En una declaración, el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, insistió en que "solo un diálogo político integrador y reformas que respondan a las aspiraciones legítimas del pueblo sirio pueden permitir preservar la estabilidad del país en interés de todos".

Juppé, en nombre de su país, condenó "la violencia extrema ejercida por las fuerzas de seguridad siria que provocaron la muerte de numerosos manifestantes pacíficos" este viernes.

"Esta represión ciega y brutal contradice el levantamiento del Estado de excepción", denunció el jefe de la diplomacia francesa, que a continuación pidió el respeto de "los derechos y libertades fundamentales" y en particular "el derecho de manifestarse pacíficamente y la libertad de prensa".

Según las cifras comunicadas por activistas de la oposición, 112 personas murieron este viernes en Siria, en la jornada de protestas más sangrienta desde que comenzaron las manifestaciones contra el régimen de Bachar al Asad.