Doce muertos en Siria al disparar la Policía en los funerales de las víctimas de la masacre

Imagen facilitada por la agencia de noticias estatal SANA muestra el funeral del policía Simon Issa, en la provincia de Homs, Siria.
Imagen facilitada por la agencia de noticias estatal SANA muestra el funeral del policía Simon Issa, en la provincia de Homs, Siria.
SANA
Imagen facilitada por la agencia de noticias estatal SANA muestra el funeral del policía Simon Issa, en la provincia de Homs, Siria.

Miles de sirios salieron este sábado a las calles para enterrar a los fallecidos en las protestas políticas del viernes, en las que hubo más de cien muertos, en medio de nuevos brotes de violencia que se cobraron otras doce vidas.

El mayor número de víctimas, según activistas de derechos humanos, se registró a las afueras de la localidad sureña de Izraa, cuando la comitiva de un entierro fue atacada a tiros en una carretera. En ese ataque perecieron cinco personas, según dijeron el presidente de la Organización Nacional para los Derechos Humanos en Siria, Ammar Qurabi, y el residente de esa localidad Abu Mahmud.

Un periodista de la cadena catarí Al Jazeera que fue testigo de ese tiroteo dijo que las personas que participaban en el funeral fueron atacadas cuando se encontraban en el paso elevado de una carretera. Agregó que la situación fue muy confusa y no pudo establecer desde dónde se hicieron los disparos y quién usó las armas.

También el presidente de la Organización Nacional para los Derechos Humanos en Siria, Ammar Qurabi, que se encuentra de visita en El Cairo, dijo que este sábado hubo nueve muertos durante los funerales de las víctimas del viernes, cinco de ellos a las afueras de Izraa y los otros cuatro en la localidad de Douma, en la periferia de Damasco.

Abdalá Aba Zayed, habitante de Deraa, explicó que los policías dispararon contra los participantes en los funerales en esa localidad, que coreaban eslóganes para pedir la caída del régimen de Bachar al Asad. Según este activista, alrededor de 300.000 personas participaban en los funerales que salieron de la mezquita de Ibn al Walid en Deraa. La información no pudo ser confirmada independientemente.

Críticas de Francia, España y la ONU

Mientras, las reacciones de la comunidad internacional se han sucedido este sábado. Francia, por su parte, instó a las autoridades sirias a que renuncien al uso de la violencia contra las protestas de la oposición y denunció una "represión ciega y brutal", al tiempo que advirtió de que "los autores de esos crímenes deberán responder de sus actos".

También el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha pedido una investigación independiente sobre la violenta represión ejercida por el régimen sirio de Bachar al Asad contra activistas y manifestantes en los que resultaron muertas más de cien personas, informó este sábado Naciones Unidas. Ban pide "una investigación independiente, transparente y efectiva de esos asesinatos".

Según el comunicado difundido por la ONU, su secretario general condenó esa violencia "contra manifestantes pacíficos en Siria, que ha matado a demasiadas personas", al tiempo que instó al régimen de Damasco a "poner fin inmediato" a esa represión.

Ban recordó a al Asad y a las demás autoridades del país árabe que tienen la obligación de respetar la legislación internacional, incluido el derecho a la libertad de expresión, de asamblea pacífica y de prensa.

Horas después, el Gobierno español hizo un llamamiento urgente a las autoridades sirias para que cese la represión y pongan en marcha medidas para atender las legítimas aspiraciones del pueblo y asegurar el respeto de sus derechos humanos.

En un comunicado remitido a los medios de comunicación, el Ministerio de Asuntos Exteriores condena la "violenta represión" contra manifestantes pacíficos y participantes en funerales en diversas ciudades de Siria. Asimimso, asegura que ha podido constatar "con decepción" que las promesas de reforma política anunciadas no se han traducido en medidas concretas, con la excepción del estado de emergencia.

Obama acusa a Siria de pedir ayuda a Irán

El presidente de EE UU, Barack Obama, condenó el viernes el uso de la violencia por parte del Gobierno sirio contra los manifestantes, y acusó al presidente Bachar al Asad de buscar la ayuda de Irán para reprimir las protestas en su país.

"EE UU condena en los términos más enérgicos posibles el uso de la fuerza por parte del Gobierno sirio contra los manifestantes. El uso indignante de la violencia para reprimir las protestas tiene que cesar inmediatamente", afirmó en un comunicado en el tono más duro que ha empleado con Siria desde el inicio de las protestas.

Obama consideró que los pasos dados por el presidente sirio, Bachar al Asad, para derogar la Ley de Emergencia, en vigor desde 1963 y que es una de las principales exigencias de los grupos de oposición, y permitir las manifestaciones pacíficas, "no iban en serio" a la luz de la represión violenta de hoy de las protestas.

Obama acusó a Al Asad y a las demás autoridades sirias de "anteponer su interés personal al de los sirios, al recurrir a la fuerza y cometer violaciones de derechos humanos escandalosos, lo que se suma a las medidas de seguridad ya de por sí represivas en vigor antes de que comenzaran las protestas".

El presidente de EE UU acusó además directamente al mandatario sirio de buscar la ayuda de Irán para reprimir las protestas. "En lugar de escuchar a su propio pueblo, el presidente Assad culpa al extranjero, mientras que al mismo tiempo busca la ayuda de Irán para reprimir a los ciudadanos sirios con las mismas tácticas brutales que han empleado sus aliados iraníes", señaló Obama.

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