Los menús de varios colegios de Zaragoza consultados por 20 minutos ofrecen pescado sólo seis veces al mes, y siempre rebozado o sucedáneos congelados. sanjacobos y cualquier tipo de carne rebozada, por su parte, son los segundos más habituales. Legumbres tres veces al mes, verduras entre una y dos veces por semana y pastas y arroces como mínimo ocho días al mes son los primeros platos más frecuentes.

Un problema de calidad

La mayoría de los comedores están gestionados por empresas de catering, que tienen en sus plantillas a nutricionistas para diseñar los menús escolares.

El problema, señala Juan Revenga, de la Asociación de Nutricionistas, «es que tienen que acogerse a un presupuesto y casi siempre utilizan productos de menor calidad, más baratos».

El volumen de niños y el tiempo necesario para cocinar los alimentos son los principales problemas. Sobre todo, para las ensaladas, los platos a la plancha y las verduras, «que se condimentan en exceso para que aguanten cinco o seis horas antes de servirse», explica Juan Revenga.

La pizza, una vez cada tres meses

Desde la Federación de Asociaciones de Padres piden que se dé más importancia a la labor educativa de los comedores escolares. «Hay que enseñar a los niños a comer de todo, y no darles sólo lo que más les gusta», señala Teresa Paniello.  Así, proponen limitar el consumo de alimentos como la pizza a una vez al trimestre, a cambio de fomentar el de frutas y verduras, que deberían ingerirse cinco veces al día.

104 comedores escolares hay en Zaragoza,  92 los gestionan empresas de ‘catering’.