Las localidades del Bajo Aragón turolense que integran la Ruta del Tambor y del Bombo (Alcañiz, Andorra, Alcorisa, Albalate del Arzobispo, Calanda, Samper de Calanda, Urrea de Gaén, Híjar y La Puebla de Híjar) demuestran en Semana Santa la "potencia increíble" del toque del tambor, "no sólo como fenómeno religioso, sino también cultural".

Así lo ha destacado el secretario del Instituto de Estudios Turolenses, Javier Sáez, al explicar que existe "una nebulosa" sobre el origen de la tradición del tambor en estas nueve localidades, que pusieron en marcha hace más de 40 años esta Ruta del Tambor y del Bombo.

Respecto al origen de esta tradición de tambores y bombos en el Bajo Aragón, Javier Sáez ha explicado que "todos los indicios apuntan a que la tradición surge en la segunda mitad del siglo XIX" y en la actualidad lleva a miles de personas a prepararse este Jueves Santo con sus tambores, bombos y túnicas para revivir una de sus tradiciones más importantes: el Romper la hora.

Ahora esta tradición es indiscutible porque "en los rituales no importa tanto lo que pasaba en el pasado, como lo que pasa ahora", ha observado Sáez, para subrayar que "el toque del tambor tiene una potencia increíble, no sólo como fenómeno religioso, sino también cultural".

En este sentido, Saéz ha recordado que la Semana Santa "tiene una raíz religiosa", pero en el caso de la Ruta del Tambor y del Bombo llega acompañada de otras cuestiones: "se expresa la pertenencia a una comunidad, a una familia, a una cuadrilla de amigos" ya que estos también son días de reencuentros, sobre todo de los hijos del pueblo que viven fuera y que regresan a casa estos días.

De hecho, Javier Sáez ha señalado que "en estos pueblos la fiesta mayor es la Semana Santa, siempre vuelven para vivirla o la siguen por la televisión. Antes, incluso llamaban por teléfono para vivir en directo ese ambiente".

MOTIVACIÓN

Sobre los motivos que llevan a miles de personas a participar en la tradición, Javier Sáez ha explicado que, al menos en el caso de Alcañiz, "creo que al principio pretenden recuperar una procesión que se hacía anteriormente y hacer lo que se hacía con todos los cofrades que morían porque se tocaban los timbales para anunciar que habían fallecido".

En este caso, pretenden "hacer una procesión de anuncio del cofrade mayor: Jesucristo" así que "para darle el mayor realce, se permite que vaya todo el mundo que quiera con su tambor". Así ocurre en la procesión del Pregón de Alcañiz que tiene lugar cada Viernes Santo a las 13.00 horas.

De la Semana Santa de esta zona de la provincia, ha apreciado que tiene una doble vertiente, "el toque serio de las procesiones, donde la gente va con sus túnicas" y fuera de ese momento, cuando "la gente toma las calles, no se empieza y acaba el toque, hay más licencias" convirtiendo la tradición "en una fiesta".

Precisamente eso "es lo más significativo" de esta Semana Santa, ha apuntado Sáez, al observar como esta Semana Santa ha traspasado las fronteras de la provincia e incluso de la Comunidad para convertirse "en una forma de ocio".