Vázquez (BNG) pide "sanciones" para quien "infle censos" y endurecer la ley a los políticos "que metan la cuchara"

Apoya un acuerdo por una campaña "limpia" pero acusa al PP de usar "ya la basura" y advierte que la ética "no se pacta, se lleva dentro" Promete "combatir las políticas de derechas, practique quien las practique", pero rechaza que vaya a interferir en pactos con el PSOE

A falta de un mes para que se celebren las elecciones municipales de mayo, el portavoz nacional del BNG, Guillerme Vázquez, considera que "convendría que hubiese alguna disposición legal" que sirviese para establecer "sanciones" a la "práctica de inflar censos". "No son prácticas novedosas, hay casos viejos y antiguos", significa el dirigente nacionalista, quien reivindica la necesidad de que los procesos electorales "sean limpios".

"Hay casos, como alguno hace años —evoca—, en que en una casa con silvas aparecieron censados 20 o 30 vecinos.. Yo creo que estas prácticas había que acabar con ellas; en democracia, los procesos electorales deben ser lo más limpios posible", ha reflexionado en una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de la campaña electoral que comenzará en tres semanas.

Esta "limpieza" que reclama Guillerme Vázquez para los comicios, también la extiende como necesaria para la política en general y a la campaña pero, sin embargo, advierte que el Partido Popular "ya está usando la basura, la mentira y la calumnia" en los ayuntamientos. "Es una forma de hacer del PP que, básicamente, tiene su lógica cuando no tienes programa que ofrecer o alternativas, y tienes que recurrir a este tipo de artimañas", ha expresado.

Sin embargo, el portavoz nacional del BNG, de existir la posibilidad, se muestra "dispuesto a cualquier acuerdo" para que haya una campaña limpia en las municipales, y extenderlo a que haya acceso "en igualdad de condiciones a los medios públicos" para todas las formaciones políticas. "Pero esto no es un problema de pactar, sino de aplicar: lo que quiero decir es que la ética no se pacta, se lleva dentro y se practica, y la ética en democracia debería ser algo que estuviese grabado a fuego como un principio", ha recalcado, para señalar, a renglón seguido, que "desde luego no son los nacionalistas los que llevaron la situación a donde estamos".

Así, cansado del "y tú más, tú más corrupto que él", Guillerme Vázquez da un golpe en la mesa para proclamar que "ya está bien de convertir la política en una auténtica 'argallada' —trapacería—". Por eso, y tras rechazar pronunciarse, "por falta de elementos para opinar", sobre cuál sería la postura del BNG en el caso de que se presentase una comisión de investigación en el Parlamento gallego para investigar la conocida como trama agraria, el líder nacionalista ha precisado que, en general, "por higiene democrática, tendríamos que avanzar en normas legales que hagan verdad que quien utilice fondos públicos para el servicio propio, tenga una pena acorde con esa práctica".

Ha manifestado, en este sentido, que todo el que "esté metiendo la cuchara para el servicio propio debe tener una pena acorde que disuada a más de uno de seguir por esa vía", porque, ha advertido, "el debate eterno del 'y tú más' y que al final nada se mejore, es absolutamente nada". "Todas y cada una de las presuntas irregularidades y actuaciones ilícitas de personas vinculadas a la política deberían ser juzgadas con rigor y condenadas por la vía judicial", propone, y avisa de que "prácticas que consisten en poner ventiladores unos contra otros, sin que eso acabe mejorando, contribuye muy poco a que la gente crea en la democracia".

Guillerme Vázquez, no obstante, sale en defensa del edil nacionalista pontevedrés Raimundo González —que el PP llevó a los juzgados por la contratación supuestamente irregular de la ejecución de una glorieta y ajardinamiento— al recordar que "no está imputado con petición fiscal". Dicho esto, ha señalado, como ejemplo de que los nacionalistas "son partidarios de asumir las responsabilidades" el hecho de que, en el caso de las supuestas irregularidades en una adjudicación que no llegó a producirse de paneles publicitarios en Ourense, los "compañeros —de los que presume su inocencia— tuvieron el gesto que les honra de no poner en dificultades a su fuerza política".

Enfrente sitúa al Partido Popular que, "igual que en el transfuguismo", lleva a "ocho o nueve imputados que se presentan como candidatos de esa formación". "Eso, en cualquier caso, la gente tendrá que juzgarlo", ha expresado Guillerme Vázquez, quien ha señalado que "si hubiese algún tipo de legislación al respecto, nos evitaríamos andar con este tipo de cuestiones". "Yo creo que siempre sería mejor que las cosas estuviesen definidas con claridad, legalmente definidas, y nos ahorraría a todos muchísimos problemas o quebraderos de cabeza", esgrime.

Perspectivas y futuro

Aunque reconoció no ser "seguidor lineal" de las encuestas, el líder del Bloque, que se enfrenta por primera vez a unos comicios en esta responsabilidad —tras las europeas en las que apenas llevaba un mes al frente del nacionalismo gallego—, ha destacado que todas las que se están publicando "apuntan claramente un aumento de confianza de la gente en el BNG". "Esperemos que eso también se manifieste en este proceso electoral", ha manifestado Guillerme Vázquez, quien estima que todos los partidos "sin excepción, se juegan un resultado electoral" en la próxima cita de mayo.

Así las cosas, Guillerme Vázquez prefiere dejar que pase la cita del 22 de mayo para dibujar un escenario de renovación de pactos con los socialistas en el ámbito local, porque, a su juicio, sería "faltar al respeto" al electorado y "decir que está predeterminado" la voluntad "libre" ciudadana. En todo caso, ha garantizado que el Bloque "seguirá combatiendo las políticas de derechas practique quien las practique", porque son "negativas para las mayorías sociales", si bien ha rechazado que ello afecte a un pacto de gobernabilidad con el PSOE.

Sobre el futuro de la formación frentista pasado el 22 de mayo, el líder del Bloque apela a la "colectividad" de las decisiones, tanto para evaluar los resultados, como para decidir si en la asamblea nacional —que en todo caso confirma que se celebrará este año (como mandan los estatutos)— también se elegirá al candidato a la presidencia de la Xunta. "No sabemos ni siquiera si va a haber elecciones anticipadas, la política da muchas vueltas y no tiene muchos sentido precisar qué vamos a tratar en la asamblea... sólo me falta esa pregunta de si seré candidato... pues mira tú, ni Zapatero sabía si iba a ser", ha comentado.

No quiso entrar en el contenido del cónclave y ha rechazado pronunciarse sobre su futuro personal, si bien ha aclarado que siempre tuvo "fuerzas para ser diputado, para estar aquí (portavoz nacional) y para pegar carteles". "Las personas somos las personas, y las decisiones le corresponden a la colectividad, y se tomará la decisión oportuna en cada momento, y yo en ese momento ya lo valoraré", ha sentenciado.

Cuando se cumplen dos años de Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta, Guillerme Vázquez le receta que "gobierne en función de sus administrados", algo que también hace extensivo a cualquiera que aplique "políticas de derechas". Sin embargo, reconoce que del presidente gallego "no espera nada", porque no tiene "ninguna confianza" después del tiempo transcurrido desde que tomó las riendas de San Caetano.

"Podría pedirle aquello de que se ponga las pilas, que se esfuerce... No le pido nada porque en este momento tengo poca confianza o ninguna en que vaya a cambiar el estilo de gobierno", ha lamentado el líder nacionalista, quien ha reprobado su política de "ataque" al gallego y que tomase la decisión "objetivamente equivocada, parcial y partirizada" de paralizar el concurso eólico del bipartito, que era "legal", y porque ha sido "una oportunidad perdida".