La banda catalana La Kinky Beat toca esta noche en Madrid, como paso previo a una gira internacional que los tendrá en la carretera hasta finales de verano.

Sus componentes se conocieron en 2001 y tienen entre 26 y 40 años.

Cada uno tocábamos en grupos distintos y en los ratos libres nos relajábamos tocando juntos. Maquetamos cinco temas, y hasta hoy.

¿Quién les llamó kinky por primera vez?

La culpa la tiene el ex bajista Donato, que nos llamaba macarras y kinkis. Éramos de barrio, hacíamos una música desenfadada...

Muchachito Bombo Infierno está pensando firmar por una cantidad interesante con Sony, ¿perderían el calificativo de independiente?

No sé, pero nos alegramos por él. Nosotros hemos tenido una oportunidad y no hemos firmado. Aun así, no decimos de esta agua no beberé.

¿Es importante el dinero?

Claro, nosotros tenemos una gran flor en el culo porque tenemos la fortuna de malvivir de la música.

¿Cómo se llama lo que ustedes hacen?

Nos definimos como free street style (estilo libre de la calle).

Lo que les da la gana...

(Risas) Exactamente.

Se les conoce más en Alemania que aquí. ¿Por qué?

Quién sabe... Llevamos ya tocando fuera muchos años.

¿Cómo ven el panorama musical español?

Nos parece que faltan bandas y sobran artistas.

¿Cómo es lo de viajar en furgoneta por todo el mundo?

A Latinoamérica vamos en avión (risas). Bien los primeros días. Luego se complica.

¿Qué es lo que más echan de menos durante la gira?

Fregar, barrer... la rutina.

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