El Juzgado de lo Penal número 3 de Santander ha absuelto al ex presidente de Cantabria, José Antonio Rodríguez, de los delitos contra la integridad moral y lesiones que le imputaba una trabajadora que reclamaba para él dos años y nueve meses de prisión por hechos ocurridos desde el año 2003 en la asesoría propiedad de Rodríguez en Laredo.

La sentencia asume así la postura de la Fiscalía, que no pedía pena para el ex presidente. También ha sido absuelto el empleado que fue juzgado junto a Rodríguez. Ambos han recibido el fallo judicial con "satisfacción", según han señalado a Europa Press fuentes próximas a ellos.

La trabajadora denunció en su día que fue despedida en el año 2003 por la empresa, que alegó irregularidades en su actuación, pero tuvo que ser readmitida al declararse la nulidad del despido.

Según sostuvo en el juicio, al reincorporarse a la oficina en 2004 y, a partir de entonces, no se le encomendó ninguna actividad, se le impidió tratar con los clientes o coger el teléfono, y se le apartó a una mesa con una mampara delante, por lo que reclamó el cumplimiento de la sentencia y que se le restituyera al trabajo que venía desempeñando.

Negó además haber cometido ningún tipo de irregularidad, en concreto haberse quedado con comisiones y con dinero por hacer las declaraciones de la renta a personas que no eran clientes.

Por su parte, José Antonio Rodríguez, gerente y presidente de 'José Antonio Rodríguez y Asesores', explicó en la vista que cuando ella estaba de baja por parto se descubrió en su ordenador que había hecho esas declaraciones de la renta, una "deslealtad" por la que se decidió su despido, que, según el ex presidente, fue declarado nulo "por defectos" de forma.

Rodríguez explicó también que cuando la empleada se reincorporó tras el despido ya había otros trabajadores en la oficina y se había nombrado responsable a uno de ellos, por su mayor cualificación. Pero aseguró que la demandante siguió trabajando en labores de contabilidad y gestiones para la oficina.

También dijo no tener constancia de que se hubieran dado órdenes sobre que no se le encomendara trabajo, o que se la ubicara de forma que quedara aislada.