La Guardia Civil ha solicitado que la Unidad Militar de Emergencias (UME) se incorpore a las labores de búsqueda, fundamentalmente en vertederos, de María Piedad García Revuelta, la mujer de 32 años que desapareció el pasado 12 diciembre después de que irse de una cena acompañada por su expareja.

Según han confirmado fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil, el Instituto Armado ha solicitado la colaboración de la UME para buscar algún indicio de María Piedad en los vertederos de la región, tras cuatro meses de búsqueda infructuosos.

La mujer, residente en Boadilla del Monte, desapareció la madrugada del pasado 12 de diciembre, domingo, tras acudir en un restaurante de la localidad a una cena con compañeros de trabajo, entre los que estaba su expareja, Javier Sánchez-Toledo, quien se ofreció a llevarla a casa.

La mujer no llegó a su domicilio y su familia interpuso la denuncia por su desaparición ese lunes, mientras Javier volvió al trabajo el día siguiente, tuvo un accidente laboral leve y pidió la baja, tras lo que nadie le volvió a ver hasta que su cadáver apareció ahorcado dos días después, el miércoles día 15, en una zona boscosa del término municipal de San Lorenzo de El Escorial.

Desde entonces la Guardia Civil ha buscado a la mujer, utilizando unidades caninas, de subsuelo, helicópteros, motos y vehículos todoterreno, en numerosas zonas verdes y pozos de la zona comprendida entre Boadilla y Navalcarnero, en el eje de la M-50, incluido Bosquesur, así como en El Escorial y en las márgenes del río Guadarrama.

Este martes, cuando se cumplen cuatro meses de la desaparición de María Piedad, la Guardia Civil está a la espera de que el juez encargado del caso autorice la participación de la UME en la búsqueda, ya que el siguiente paso es buscar indicios de ella en los vertederos, en los que se almacenan residuos no orgánicos durante meses. El primer vertedero que se rastrearía sería el de Pinto, que es al que se llevan los residuos inertes de Boadilla, ha precisado la Comandancia.