Condenado a 20 años de prisión el hombre que en 2009 asesinó en Palma con una barra de hierro al marido de su ex mujer

Un tribunal del jurado ha condenado a 20 años de prisión a Miguel Serra Bosch, el hombre que en 2009 asesinó en Palma con una barra de hierro al marido de su ex mujer, después de que el acusado permaneciera durante treinta años en paradero desconocido y sin haber mantenido ningún contacto con su familia.

Un tribunal del jurado ha condenado a 20 años de prisión a Miguel Serra Bosch, el hombre que en 2009 asesinó en Palma con una barra de hierro al marido de su ex mujer, después de que el acusado permaneciera durante treinta años en paradero desconocido y sin haber mantenido ningún contacto con su familia.

Concretamente, el jurado le ha condenado a 17 años de prisión por un delito de asesinato y a 3 años y 9 meses de cárcel por otro delito de homicidio intentado, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal.

Asimismo, le ha prohibido acercarse a su ex mujer, Francisca Vera, a una distancia no inferior de 500 metros y a sus hijos por un tiempo de 27 años por el delito de asesinato y de 13 años y 9 meses por el delito de homicidio intentado. Por otro lado, deberá indemnizar a su ex mujer con 105.676 euros y a sus dos hijos con 8.806 euros para cada uno.

La sentencia, contra la que cabe interponer un recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares en el plazo de cinco días, considera probado que en la madrugada del 7 de agosto de 2006, sobre las 05.50 horas, Miguel Serra Bosch acudió a un aparcamiento próximo a la calle Enric Granados de Palma, donde atacó por la espalda con una barra de hierro a Juan Molero Molero, cuando éste se dirigía hacia su vehículo para desplazarse al trabajo.

Así, indica que con intención de causarle la muerte, de forma sorpresiva y estando de espaldas a él y, por tanto, sin posibilidad de defenderse, el acusado, provisto de una barra de hierro golpeó brutalmente al marido de su ex mujer en, al menos, tres ocasiones en la parte trasera y lateral de la cabeza, una primera vez cuando Juan se hallaba de pie y, luego, otras dos veces estando ya inerte en el suelo.

A consecuencia de los hechos, el agredido sufrió un traumatismo craneoencefálico múltiple, que provocó su muerte en el mismo lugar de los hechos.

La sentencia también considera probado que Miguel Serra cometió el asesinato a consecuencia de los celos que sentía de Juan Molero Molero por ser el marido de la que fuera su esposa 30 años atrás, dado que se comportaba como verdadero padre de sus hijos y porque estos lo tenían como tal, "provocando en el acusado ese estado pasional y de celos, un trastorno de la personalidad, el cual, no obstante, no le impedía conocer la ilicitud de los hechos cometidos, ni conocer el alcance de los mismos, de modo que era plenamente responsable de lo que hizo".

Por otro lado, señala que tras dar muerte a Juan Molero, el acusado quiso huir del lugar, pero fue interceptado por un vecino, que alertado por lo ocurrido había bajado a la calle. Así, Miguel Serra, provisto de un cuchillo que llevaba y para impedir que esta persona le siguiera, se dirigió a él gritándole en varias ocasiones "te voy a matar, ven que te voy a matar".

En un momento dado, el acusado incluso llegó a lanzarle la barra de hierro que portaba en una de sus manos, sin llegar a darle y como el vecino no cejaba en su empeño de impedir que pudiera huir, Miguel Serra, con intención de causarle muerte le acometió con el cuchillo en varias ocasiones, dirigiendo el mismo contra la zona del vientre, teniendo que ser esquivadas las cuchilladas para evitar ser alcanzado, lo que finalmente consiguió.

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