Nos ha ilusionado mucho, porque son cincuenta años de historia compartida con Vigo. Estamos satisfechos por haber llegado hasta aquí y recibir este reconocimiento que, al fin y al cabo, sentimos que proviene de toda la ciudad.

¿Qué es lo que aporta el conservatorio a la ciudad?

Jugamos un papel importante en la difusión cultural, ya que la música suele ser algo marginal y olvidado, gracias a participar en eventos como el Are More o el Festival de Jazz.

¿Ha cambiado mucho en todo este tiempo?

Al principio fue difícil, teníamos muchos músicos aficionados, pero para eso están las escuelas de música. Nadie va a la Facultad de Medicina por hobby. Ahora, por fin estamos para formar músicos profesionales.

Bio

Es director del centro desde 1995. Catedrático de musicología y estética de la música. Toca la flauta transversal y el piano.