Detenidos un padre y su hijo en La Algaba por propinar una paliza a su vecino y dejarlo malherido

Agentes de la Guardia Civil del puesto de La Algaba (Sevilla) han detenido a un padre y a su hijo por un supuesto delito de lesiones ocasionados a un vecino, al que supuestamente propinaron una paliza a consecuencia de la cual la víctima tuvo que ser trasladada a un centro médico con heridas de gravedad.

Agentes de la Guardia Civil del puesto de La Algaba (Sevilla) han detenido a un padre y a su hijo por un supuesto delito de lesiones ocasionados a un vecino, al que supuestamente propinaron una paliza a consecuencia de la cual la víctima tuvo que ser trasladada a un centro médico con heridas de gravedad.

La presencia de la Guardia Civil fue solicitada por la Policía Local de la Algaba, ya que, según les informó, se había producido una reyerta en un barrio del municipio y había un herido de gravedad. La mujer de la víctima les había llamado alertando del estado en el que se encontraba su marido tras la paliza.

Según ha informado el Instituto Armado en un comunicado de prensa, la mujer informó a los agentes sobre la identidad de los presuntos autores de la agresión. Se trataba, al parecer, de unos vecinos de la misma calle que son además padre e hijo.

"Rápidamente", acudió la Benemérita y comprobó que había un hombre con las ropas y el rostro totalmente cubiertos de sangre, el cual no podía respirar, por lo que se dio aviso a una ambulancia. Como esta "tardó" en llegar, los mismos agentes trasladaron a esta persona a un centro médico, desde donde fue remitido a un hospital sevillano.

Posteriormente, y siempre actuando "con gran rapidez y en colaboración", los dos cuerpos policiales localizaron a los presuntos agresores, que se encontraban en su domicilio. Estas personas, padre e hijo, mostraban signos de haber ingerido alcohol "en exceso" y tenían los puños manchados de sangre.

Así, la Benemérita procedió a su detención. Los detenidos no repararon en proferir insultos y amenazas contra la Guardia Civil mientras eran trasladados al Cuartel. También dijeron a gritos que "deberían haberlo matado de una vez", refiriéndose a la víctima.

Una vez identificados, resultaron ser J.M.H. y J.M.G., a quienes se imputan sendos delitos de lesiones. Es de reseñar que la autoridad judicial ha impuesto a J.M.H. una orden de alejamiento de 30 metros respecto de la víctima.

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