El aeropuerto de Málaga ha incrementado sus ingresos un tres por ciento en 2010 respecto al año anterior, elevando sus ingresos de explotación a 125,77 millones de euros durante el pasado año. No obstante, ha cerrado con pérdidas, después de impuestos, de 16,51 millones de euros.

La entrada en servicio de las nuevas infraestructuras del aeródromo malagueño, fundamentalmente la T3 en marzo de 2010, ha propiciado un crecimiento del tráfico de pasajeros y de aeronaves en el pasado año, pero también de los gastos, según han informado desde Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

Precisamente, el incremento de estos gastos, necesarios para afrontar el funcionamiento de la T3, por su "calidad y eficiencia", ha sido del 19 por ciento, en el conjunto de gastos de personal y otros gastos de explotación; y del 127 por ciento en el correspondiente a amortizaciones, en un ejercicio en el que el aeropuerto cerró con un resultado operativo negativo, que arrojó pérdidas de 22,62 millones de euros.

El Ebitda —beneficio antes de impuestos y amortizaciones, que refleja la capacidad de generar negocio— se mantiene en niveles similares a los del año anterior: 35,01 millones de euros, han precisado desde el organismo.

En este sentido, la positiva evolución del tráfico que se está registrando en el aeropuerto de Málaga "posibilita prever una mejora de los resultados en los próximos ejercicios", han señalado en un comunicado.

Tasas "altamente competitivas"

El incremento de los ingresos en un tres por ciento ha sido posible por el mantenimiento de los ingresos comerciales y el crecimiento del tráfico aéreo, con unas tarifas aeroportuarias, según AENA, "altamente competitivas".

Así, respecto a estas tasas, en su conjunto, los costes medios de escala en Málaga son un 55 por ciento más baratos que los de aeropuertos europeos similares en rutas dentro del Espacio Económico Europeo, y un 71 por ciento más baratos en las de fuera de este espacio.

De hecho, han precisado desde AENA que estos costes son "incluso inferiores" a los de aeropuertos turísticos competidores, como El Cairo, Túnez y Estambul, al ser un 22 por ciento más baratos en las rutas del Espacio Económico Europeo y un cinco por ciento más baratos en las de fuera del mismo.