Militares: 2.525 soldados han muerto desde que comenzara el bombardeo. 2.318 eran estadounidenses, 103 procedían del Reino Unido y 104 formaban parte de otros ejércitos de la coalición, como Italia (27) o Ucrania (18). Once fueron los españoles caídos, el último de ellos, el comandante Gonzalo Pérez García el 4 de febrero de 2004. En el bando iraquí la cifra de soldados y policías muertos asciende a más de 4.300.

Civiles: Entre 33.000 y 38.000, aunque es imposible establecer una cifra exacta, según la organización británica Iraqui Body Count, basada en los muertos confirmados por los medios de comunicación. Aun así, el número de víctimas prácticamente se ha duplicado en años sucesivos: si en 2003 murieron 6.331 personas (sin incluir los muertos desde el 20 de marzo al 1 de mayo), la cifra ascendió a 11.312 en 2004 y a 12.617 en 2005.

Además, más de 270 civiles extranjeros fueron secuestrados durante estos tres años.

Siete policías fueron asesinados ayer y se encontraron diez cadáveres acribillados a balazos.

«Teatro de guerra» contra el terror

El presidente de EEUU, George W. Bush, afirmó ayer que su estrategia en Irak está teniendo buenos resultados, aunque las «horrendas imágenes» de televisión digan lo contrario. Durante un discurso en Cleveland (Ohio) reconoció que la situación es «tensa», pero se mostró confiado en la victoria. Bush volvió a insistir en que los EEUU no abandonarán Irak porque es un «teatro de guerra» en la lucha global contra los terroristas.

Conflicto letal, para periodistas

Esta guerra ha causado la muerte en tres años de 86 periodistas, el mayor número de bajas en conflictos desde el fin de la segunda guerra mundial (1939-1945), según Reporteros sin Fronteras (RSF).

Guerra de mezquitas, sin contabilizar

En el recuento no se incluyen las víctimas de la guerra de mezquitas (más de 500), que comenzó en febrero cuando un atentado  destruyó la mezquita chií de Samarra.