El portavoz del Grupo Parlamentario del Partido Aragonés (PAR) en las Cortes de Aragón, Javier Allué, ha exigido la pronta construcción de la autovía A-40, que unirá las ciudades de Teruel y Cuenca.

Allué ha recordado que el PAR ha exigido reiteradamente a Fomento que dé vía libre al nuevo trazado de la A-40 entre Teruel y Cuenca cumpliendo los plazos de los estudios administrativos en el menor plazo posible, con la máxima agilidad.

"Nada de eso ha habido, incluso debatimos una iniciativa del PAR en las Cortes pidiendo solucionar urgentemente el problema y buscar alternativas medioambientales viables".

La razón de fondo está, ha dicho Allué, en "la falta de voluntad política del Estado para invertir en Teruel, nada rentable electoralmente". Sin embargo, ha dicho, "las cuestiones esenciales para el desarrollo de esta provincia deberían primar sobre razones electorales u otros motivos de corte partidista".

"Teruel es la única capital de provincia que no tiene conexión directa con Madrid y que se siga negando esta posibilidad sin proponer alternativas es simple y llanamente vergonzoso", ha continuado el portavoz del PAR.

Javier Allué ha lamentado el "rifirrafe" protagonizado ayer en el Senado entre el ministro de Fomento, José Blanco, y el senador del PP Manuel Blasco, quienes se responsabilizaron mutuamente de obstacularizar la A-40 "mientras sigue sin soluciones".

Para Allué, tanto PSOE como PP, "que se deben a Madrid", están "tomando el pelo" a los aragoneses al hacer una política "de escaparate". Teruel sufre los efectos de un "déficit histórico" de inversiones del Estado, especialmente en infraestructuras de comunicación, ha opinado.

Tras aseverar que actualmente la carretera que une Teruel y Cuenca es "una vergüenza", que en algunos tramos la anchura no supera los siete metros y en otros carece de arcenes, ha criticado que en otros casos sí han comenzado las obras como el caso de la autovía Huesca-Lérida, que "sí pudo comenzar a ejecutarse a pesar de que un tramo —entre Huesca y Siétamo— presentaba problemas ambientales".

El Partido Aragonés presentó una batería de mociones en ayuntamientos, comarcas y diputaciones en apoyo a la A-40 en las que se solicitaba, además, que la futura autovía se prolongara hasta Alcañiz, de forma que vertebrara además las comarcas de Cuencas Mineras y Andorra-Sierra de Arcos y enlazara con el desdoblamiento de la actual N-232 Zaragoza-Alcañiz, que debe quedar convertida en autovía entre Zaragoza y el Mediterráneo.

El Ministerio de Fomento y el Ministerio de Medio Ambiente, han añadido desde el PAR, han tardado nueve años en elaborar el proyecto de la autovía A-40 y analizar su viabilidad ambiental, "nueve eternos años en los que podrían haber encontrado, sin duda, un trazado compatible con el necesario respeto al medio ambiente, tal como plantearon los respectivos gobiernos autonómicos, como el de Aragón, durante el periodo de consultas", ha añadido Allué.

Allué ha recordado que el Estatuto de Autonomía permite a la Comunidad Autónoma participar en la planificación y ejecución de las obras de interés general.

Por eso el PAR solicitó al Gobierno central que la construcción del tramo aragonés de la A-40 fuera encomendada al Gobierno de Aragón, en cumplimiento de lo previsto en el Estatuto para obras de interés general, incluyendo todas sus tramitaciones, ejecución y explotación posterior, que en todo caso deberán correr a cargo de los Presupuestos Generales.