El instituto y los padres delegan cada vez más en ellos. Son el colectivo con más casos de quemados.

¿Cómo se sienten los que sufren este problema?

Muchos profesionales acumulan este mal desde hace algunos años, lloran, y sobre todo, sienten impotencia, y muchos tienen vergüenza de contarlo.

¿Pueden ayudar los padres?

Deberían apoyarlos en vez de dar siempre la razón a sus hijos. También deberían ponerles unos límites y prestar más atención a los niños. La educación es un asunto de todos.

¿Qué soluciones hay?

Deben hablar, denunciarlo. Nosotros hacemos charlas gratuitas en colegios, para poder ofrecerles distintos consejos.

BIO

40 años. Es psicóloga clínica. Trata el acoso con terapia. Lleva 15 años ejerciendo la profesión.