La adecuación del Templo de Diana de Mérida permite tocar sus piedras milenarias y contemplarlo mejor

El Templo de Diana de Mérida se ha convertido de nuevo en la Plaza de la Augusta Emérita Romana tras dos años de obras, cuyo resultado dejan un espacio transitable en el entorno de este monumento para poder contemplarlo desde más perspectivas e incluso llegar a tocar sus piedras milenarias.
Adecuación del Templo de Diana
Adecuación del Templo de Diana
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Adecuación del Templo de Diana

Esta remodelación hace más accesible el templo puesto que se "ha acercado al ciudadano", al poner "en valor su entorno", que antes estaba "muy degradado" y permanecía vallado, según ha explicado a Europa Press Televisión el alcalde de Mérida, Ángel Calle.

El regidor emeritense ha apuntado que la acometida realizada y supervisada por el Consorcio Monumental de la ciudad, surgió "fruto de un concurso de ideas" en el que participaron "más de 20 arquitectos" y que finalmente se optó por el proyecto que ha permitido recuperar este espacio a modo de "la antigua plaza romana".

Como resultado de esta actuación, el monumento puede rodearse por completo al quedar integrado en una plaza peatonal, en la que se han dejado al descubierto los restos arqueológicos existentes, también se ha colocado un graderío en la zona frontal para poder disfrutar de espectáculos culturales y a su alrededor se ha levantado un edificio de hormigón blanco que acogerá locales de ocio y turismo.

En una segunda fase, se prevé instalar dentro del Templo de Diana un centro de interpretación, y además se incluirán zonas umbrías y ajardinadas para combatir las altas temperaturas veraniegas.

Los turistas que lo observaban con detenimiento destacaron lo "mucho" que les había "gustado" e "impresionado" al verlo.

Algunos de ellos, además han destacado que representa una "conjugación de modernismo y clasicismo estupenda", así como un patrimonio artístico "espléndido".

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